San Martín de Tours - Patrono de Francia y Buenos Aires


San Martín de Tours era un exmilitar romano (Martinvs o Martinus) del Siglo IV d.C. que luego se convirtió en sacerdote, obispo y finalmente en santo; pero antes quedó inmortalizado en la historia por un gesto de caridad con el prójimo que tuvo mientras era soldado.

La famosa media capa de Saint-Martin de Tours tuvo una historia posterior asombrosa. A continuación se las cuento.


San Martín de Tours entregando su media capa

La Iglesia Católica lo celebra en todo el Mundo los días 11 de Noviembre de cada año. San Martín de Tours es patrono de muchos países, ciudades, iglesias, colegios, y asociaciones de caridad alrededor de todo el planeta; entre ellos por supuesto el país en cuyo territorio actual tuvo lugar aquel gesto, Francia.

También es patrono de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, capital de la República Argentina, en la que yo nací y vivo; donde ocurrió un hecho muy peculiar al ser elegido por los españoles como patrono en 1580, sobre el que hablo al final de este artículo.

Biografía de San Martín de Tours

Martín nació en Panonia (actual Hungría), bajo el Imperio Romano, alrededor del año 316 d.C. Sus padres eran paganos. El padre fue militar, por lo que él, siguiendo la tradición, ingresó a la guardia imperial romana a los 15 años.

Mientras integraba el ejército, se convirtió al cristianismo y fue admitido como catecúmeno. Recordemos que por aquellos años, el Emperador Romano Flavio Valerio Constantino (Constantino I "el Grande"), recientemente también se había convertido a la fe de Cristo, y había autorizado dicho culto en todo el Imperio, incluso fomentando la construcción de varias iglesias y templos importantes, como las Basílicas de San Pedro en Roma, la de San Juan de Letrán, y la de la Natividad en Belén.

Fue así que, en el año 337, encontrándose Martín en Amiens, al norte de Francia, (ciudad que bajo el Imperio Romano se llamaba "Samarobriva Ambianorum" y significaba "Puente sobre el Somme de los ambianos"), vio a un mendigo recostado junto a la puerta de la ciudad, semidesnudo y tiritando de frío.

Al verlo así, con la espada Martín partió su capa en dos: una mitad la conservó por respeto a quien se la dio (el Imperio Romano), y con la otra cubrió el cuerpo helado del mendigo.


Martín cortando su capa

Aquel gesto de amor al prójimo, desprendimiento y solidaridad, no fue un "relato" del propio Martín; sino que fue presenciado con admiración por pobladores del lugar, quienes luego lo fueron difundiendo de boca en boca, asombrados de que un soldado romano fuese tan cálido y generoso; dado que estaban acostumbrados a la típica frialdad y hasta desprecio de los Legionarios hacia los humildes de los territorios conquistados.

Ese hecho quedó grabado también en el arte, como puede constatarse en toda la iconografía posterior del Santo. Hay una famosa pintura de El Greco representando aquel relato popular que trascendió a través de los siglos; y múltiples estatuas que así lo muestran por todo el Mundo.


Estatua de San Martín de Tours

Poco después de su acto solidario, al que él no le había dado ninguna importancia, Martín tuvo un sueño en el que vio a Jesús, con su media capa sobre los hombros, señalándolo a él con agradecimiento y diciéndoles a unos ángeles que lo escuchaban: “Martín, siendo todavía catecúmeno, me ha cubierto con este abrigo”...

Cuando Martin tuvo aquella epifanía en la que descubrió su verdadera vocación, renunció a la milicia y se unió a los discípulos de San Hilario de Poitiers; adoptando el modo de vida ascético y de oración.

Lamentablemente, cuando poco después Hilario se opuso al alineamiento del nuevo Emperador Constancio II con el sínodo arriano de Béziers del año 356, Hilario tuvo que dejar Poitiers y exiliarse en Frigia; por lo que Martin, sin su instructor, decidió ir esos años a visitar a su madre, a quien logró convertir al cristianismo, cosa que no logró con su padre.

Luego de cinco años falleció el Emperador Constancio II, e Hilario pudo regresar a Poitiers; entonces Martin decidió volver a su encuentro.

De vuelta en esta ciudad gala, se dedicó a la construcción de un monasterio en Ligugé, uno de los primeros en construirse en Europa; en el que vivió como monje alrededor de una década, bajo la dirección espiritual de su maestro Hilario, quien lo preparó para el diaconado y el sacerdocio.

¿Por qué a San Martín de Tours se lo llama así?

Tras ser ordenado sacerdote, y considerando su buena fama popular que se había diseminado por todo el territorio galo-romano, Martin fue elegido Obispo de la ciudad de Tours (Civitas Turonorum en aquella época), pero de una manera muy especial...


Ubicación de Tours

Dado que Martín siempre acudía a orar por los enfermos a donde fuese llamado, y muchos de ellos se curaban milagrosamente (lo que luego justificaría su Santidad); un día, estando en Poitiers, le dijeron que en la cercana ciudad de Tours había un enfermo muy grave que pedía por él.

Se trataba de un engaño, y al llegar, el pueblo entero salió a recibirlo y lo nominaron "Obispo por aclamación", a lo que él intentó negarse diciendo que no era digno; pero no hubo forma de convencer a la gente, y así quedó nombrado con la aprobación de Roma.

Ya como Obispo, Martin se dedicó a evangelizar y combatir la influencia pagana dentro de la Iglesia, en particular el gnosticismo. Por otro lado, enfrentó el maniqueísmo del obispo Prisciliano.

Martín también fundó una comunidad llamada "Maius Monasterium" (monasterio mayor), más conocida como "Marmoutier"; y los últimos 25 años de su vida, viajó por las regiones de Turena, Chartres, París, Sens, Autun y Vienne; fundando muchas parroquias rurales.

Falleció en Candes (Actual Candes-Saint-Martin) en el año 397.

Historia póstuma de la media capa de San Martín de Tours

Luego de su muerte, la media capa de San Martín de Tours que él conservaba, fue puesta en una urna, y se construyó un pequeño santuario para guardarla, que sirvió también como lugar de culto.

Esto explica la etimología de la palabra "Capilla" (en latín: "capella", diminutivo de "cappa", en francés: chapelle); por el siguiente motivo: como en latín “media capa”, o "capita", o "capa pequeña", se dice "capella" (“capilla” en castellano), los fieles solían decir: “Vamos a orar donde está la capilla”.

De esta manera, la palabra “capilla” se vulgarizó y empezó a hacer referencia a los pequeños lugares de oración en general, y así se la incorporó a otras lenguas como el castellano y el francés.

Para reforzar esa costumbre, se sabe que siglos después, ese trozo de capa de San Martín de Tours acompañó a varios Reyes Francos en las guerras que emprendían, como "santa protección". 

La tienda que la albergaba durante la batalla siempre estaba fuertemente custodiada, y pasó a ser conocida también como cappella o capella, para diferenciarla de las otras tiendas militares.

Los "capellanes" militares (capellani en latín) celebraban la Misa en dicha tienda de campaña, y de ahí viene también el nombre de su función en una fuerza armada (sacerdotes militares).

Cuando la reliquia se guardaba en el palacio real, dio también su nombre (chapelle) al oratorio donde estaba; y posteriormente se generalizó el uso y se llamó así, "capilla", a cualquier oratorio pequeño del Mundo Cristiano donde se celebrase la Misa, hasta el presente.

Basílica de Saint-Martin de Tours, en Tours, Francia

En la bella ciudad francesa de Tours (Departamento de Indre-et-Loire), atravesada por el Río Loire, se encuentra la basílica dedicada a este santo, cuya curiosa historia es la que sigue.


Río Loire en Tours

Vista aérea de la Basílica de Saint-Martín de Tours

La basílica de San Martín de Tours (en francés, basilique Saint-Martin de Tours), posee en su cripta la tumba reconstruida de San Martin de Tours.


Basílica Saint-Martin de Tours

Tumba de San Martín de Tours

También se expone un relicario con algunos de sus huesos.


Relicario con los huesos de Saint-Martin de Tours

Su antecesora "colegiata de San Martín de Tours", que databa del siglo XI, fue vandalizada y transformada en un establo por los revolucionarios en 1793; luego demolida tras el colapso de sus bóvedas en 1797, y de la que solo se conservaron dos torres.

A su vez, aquella "Colegiata" había sido construida sobre anteriores edificaciones que se remontan hasta Siglo V d.C.

La basílica actual, que es mucho más pequeña, fue construida entre 1886 y 1902 en estilo neobizantino por el arquitecto Victor Laloux.

Es un edificio de piedra caliza, granito y mármol, cubierto de pizarra. Las pinturas murales fueron hechas por Pierre Fritel.

La monumental estatua de San Martín en bronce que decora la cúpula, fue realizada por Jean-Baptiste Hugues y Víctor Thiébaut, terminada en 1889. El edificio fue consagrado como basílica el 4 de julio de 1925.

Como prueba de la importancia que Francia le da a este santo, el presidente de la República Francesa que esté a cargo, lleva siempre el título honorífico de canónigo de la basílica.


Agradecimiento de Francia a San Martín de Tours

La primera basílica del siglo V

Martín murió en Candes, y su cuerpo fue trasladado a Tours, donde fue modestamente sepultado el 11 de noviembre de 397, tres días después de su muerte, en un cementerio cristiano que por entonces estaba a las afueras de la ciudad, al borde de la vía romana que partía hacia el oeste.

Según el famoso historiador Gregorio de Tours, el obispo Bricio (en latín: Brictius) construyó un pequeño refugio de madera en 437 para albergar la tumba y la capa cortada de Martín.

Luego el obispo Perpétuus, habiendo observado la atracción de fieles que tenía este santuario, construyó entonces la primera basílica en el mismo sitio, cuya dedicación tuvo lugar el 4 de julio de 470, noventa y nueve años después del ascenso de Martín al episcopado de Tours.

El cuerpo de Martin estaba enterrado en un sarcófago detrás del altar principal de aquella primera basílica.

Aquí fue donde Clodoveo I (Clovis en francés), al día siguiente de su victoria sobre los visigodos en la batalla de Vouillé en el año 508, recibió las insignias de Cónsul entregadas por los embajadores de Anastasio I, el emperador romano de Oriente (Imperio Bizantino); tras lo cual montó en su caballo y recorrió el trayecto entre la basílica de Saint-Martin y la catedral de Saint-Gatiens de Tours (distantes unos 900 metros), lanzando dinero al pueblo.



Clodoveo I fue el rey franco que logró unificar a todos los pueblos francos de la Galia bajo su mando (excepto la Britania y la Septimanía), gracias al apoyo que recibió del Imperio Bizantino luego de abandonar sus cultos paganos y convertirse al Cristianismo (fue el primer rey cristiano de los francos); y a la aceptación que tuvo por este hecho entre los cristianos dispersos por su territorio.

El gran beneplácito de la curia romana con el accionar de Clodoveo aumentó cuando éste luego capturó el bastión de Toulouse y barrió a casi todos los visigodos (de religión arriana) hacia el sur, al otro lado de los Pirineos, asentándose éstos en la ciudad de Toledo de la Hispania. Solo en la Septimanía quedaron algunos visigodos del lado francés.

La basílica de Saint-Martin fue el principal lugar de peregrinación cristiana dentro de Europa en el siglo V (San Martín era el santo protector de la Galia).

El Concilio de Chalon (en Chalon-sur-Saone) en 813 dio a esta peregrinación la misma importancia que a la de Roma.

La basílica medieval de Saint-Martin

Los normandos incendiaron la basílica el 8 de noviembre de 853, y nuevamente el 30 de junio de 903.

Después, en 918 se construyó un recinto fortificado alrededor del santuario. No obstante, hubo un gran incendio accidental en 994, y otro en 1096; entonces se realizó a una gran reconstrucción románica, mucho más segura.

Fue una etapa muy importante en la Via Turonensis de la peregrinación de Santiago de Compostela, que para los parisinos comenzaba en la Torre de Saint-Jacques en París.

El santuario de San Martín de Tours era una de las cinco iglesias de peregrinación mayores (con Sainte-Foy de Conques, Saint-Martial de Limoges, Saint-Sernin de Toulouse y la propia Santiago de Compostela).


Mojón para peregrinos del Camino de Santiago en Tours

En los siglos XIII al XV se realizaron más obras (se agrandó y reconstruyó el coro siguiendo el modelo de la catedral de Bourges, y se agregaron capillas laterales de la nave).

Pocos saben que antiguamente la basílica fue el centro de una ciudad distinta pero adyacente a Tours, llamada "Château neuf" o a veces «Martinopolis», que luego fue unificada con Tours mediante un único recinto protector en 1356.

En el siglo XV, el rey Luis XI ayudó mucho a la basílica, quien vivió en el castillo real de Plessis-du-Parc-lès-Tours. A su pedido, sus exequias tuvieron lugar allí el 2 de septiembre de 1483.

Durante la guerra religiosa de 1562, los protestantes quemaron el relicario de San Martín, y sólo se conservó un pedazo de cráneo y un hueso del brazo, que es lo que se puede ver actualmente.

El antiguo edificio sobrevivió hasta la Revolución Francesa, pero en malas condiciones debido a la falta de mantenimiento desde mucho antes de 1789.

En 1793, los revolucionarios profanaron la basílica y la transformaron en un establo donde albergaron cientos de caballos. Durante cuatro años se llamó "el establo Martin".

En 1797, una inspección encontró que parte de las cadenas que sostenían el edificio habían sido robadas; las bóvedas del deambulatorio (llamadas bóvedas de Saint Perpet) se derrumbaron en noviembre y, para proteger a los habitantes, la Municipalidad ordenó que se demoliera completamente el edificio.

De toda aquella vieja basílica, hoy sólo subsisten la torre de Carlomagno (algo derrumbada en 1928, y restaurada en 1963), la torre del Reloj, el barrio de las casas canónigas del claustro de San Martín, y una galería del claustro renacentista.

Junto a la Plaza Plumereau, se pueden observar bellas casas medievales, mantenidas fielmente a su estilo.


Plaza Plumereau en Tours

La tumba de los infantes de Carlos VIII, que databa de principios del siglo XVI y estaba en la nave de la basílica, se trasladó en 1834 a la cercana Catedral de Saint-Gatien de Tours, donde actualmente es visible.

En la calle de Les Halles hay un pavimento que permite ver la ubicación de los pilares de la nave original.

Gracias a las excavaciones emprendidas por Charles Lelong en la década de 1970, se encontró que la antigua basílica románica estaba enterrada a unos tres metros respecto del suelo actual (había que bajar más de 12 escalones a la derecha del portal de cambio para llegar a la nave).

Los planos del siglo XVIII así lo reflejaban, y se puede constatar lo mismo al pie de la torre de Carlomagno.

Cuando se demolió la basílica románica, se conservaron la mayor parte de los cimientos y los pilares hasta una altura aproximada de tres metros, tanto bajo la calle de Les Halles, como también bajo las casas de allí, sirviendo de apoyo a los edificios que luego se elevaron por encima.

Exactamente en la esquina de las calles Les Halles y les Trois Pavés Ronds, a cuatro metros de profundidad, está la capilla de San Nicolás, que era una capilla baja hecha bajo la antigua torre.

El edificio actual de la basílica de Saint-Martin y el redescubrimiento de su tumba

Centro Histórico de Tours

Inscripción en latín del frontón de entrada a la Basílica de Saint-Martin de Tours, que en francés es: "La ville de Tours se réjouit à jamais d'avoir Martin pour patron (Paulin de Périgueux)"; y en español: "La ciudad de Tours está siempre encantada de tener a Martin como su patrono (Paulin de Périgueux)" .


frontón de entrada a la Basílica de Saint-Martin

Las dos torres que se conservaron (de Carlomagno y del Reloj) se clasificaron como monumentos históricos en la lista de 1840, confirmado en los Inventarios de 1858 y 1862.


Torre de Carlomagno en Tours

Torre del Reloj en Tours

El 14 de diciembre de 1860, el ferviente católico Léon Dupont, ayudado por el conde Pèdre Moisant y por Stanislas Ratel, anunciaron el redescubrimiento de la tumba de Martín de Tours, lo que permitió reactivar un proyecto grandioso de restitución del sitio, para restaurar el culto martiniano.

El proyecto del Arquitecto Alphonse Baillargé motivó una larga y enérgica disputa. Sus partidarios querían que el edificio tuviera el mismo emplazamiento y las mismas dimensiones que el anterior, lo que implicaría suprimir la calle de Les Halles, una importante vía comercial de la ciudad desde 1802.

Finalmente, en 1884 se alcanzó un acuerdo entre el Arzobispado y la Municipalidad: el nuevo edificio, ahora obra de Víctor Laloux, sería más chico y estaría orientado perpendicular al anterior (es decir orientado norte-sur), por lo que sólo compartiría con él la ubicación de la antigua cabecera, sobre la tumba de San Martín, pero rotada casi 90°.

La orientación fue lo más cuestionado por el arzobispado, pues era norma que los templos (y no solamente los cristianos) debían orientarse siempre en dirección Oeste-Este, o lo más aproximada posible.

La explicación de esa norma es que, cuando el fiel entra de mañana en el templo, "viene de las tinieblas (el Oeste, el poniente) y va hacia la luz (el Este, el levante)".

El punto más importante es el altar, en el que "todo converge", y está al este del edificio, en el lugar bañado por la primera luz de la mañana que entra por la ventana central del ábside; decorado muchas veces por un "Pantocrator", la figura de Cristo como luz que alumbra al mundo, en la figura del Sol, que se levanta poderoso por el Este, barriendo las tinieblas de la noche hacia el Oeste.

Los fieles rezando miran hacia el Este, al igual que los cantantes del coro; incluso hasta fines del siglo pasado el Sacerdote también oficiaba la Misa mirando al Este, es decir dando la espalda a los fieles, lo cual fue cambiado para entablar una relación más cálida y coloquial con ellos.

Pero bueno, el arzobispado tuvo que aceptar a regañadientes que se reconstruya orientada Norte-Sur, porque era eso, o NADA, dada la entendible firmeza de la Municipalidad defendiendo los intereses de los vecinos que hacía tantos años ya vivían en el lugar... y a los franceses no los molestes demasiado con gilipolleces, porque enseguida te arman una Revolución... 😄


Hermana Marie-Raphaëlle Basilica Saint-Martin de Tours

Los trabajos comenzaron en 1886, la cripta con la tumba se inauguró en 1889, la iglesia en 1890, y toda la albañilería se terminó en 1902, abriéndose el edificio al culto al año siguiente. El Cardenal Maurin lo reconsagró como Basílica el 4 de julio de 1925.


Basílica Saint-Martin de Tours

El 17 de febrero de 2014, la estatua de San Martín, hecha de bronce sobre estructura de acero, de más de 4 metros de altura y peso de 2,4 toneladas, fabricada en 1875 y situada sobre la cúpula de la basílica; se retiró momentáneamente debido a un riesgo de caída por las inclemencias invernales y necesidad de mantenimiento.

En esa ocasión, se descubrió allí una caja de plomo que contenía un hueso atribuido al santo, reliquia colocada en 1889 en el brazo derecho de la estatua; la caja también contenía reliquias de otros tres obispos de Tours (san Bricio de Tours, san Perpetuo y san Gregorio de Tours).

El 2 de Julio de 2016 (año del jubileo del santo por el 1700° aniversario de su nacimiento), la estatua restaurada se expuso al público en el patio del ayuntamiento. El 15 de Octubre la estatua fue instalada nuevamente sobre la cúpula de la basílica.


Estatua de San Martín de Tours

Al igual que en el resto del Mundo cristiano, cada 11 de Noviembre se realiza en Tours la Fiesta de San Martín.


Fiesta de San Martín de Tours

San Martín de Tours, Patrono de la Ciudad de Buenos Aires

San Martín es uno de los patronos de países como Francia y Hungría, así como lo es de mi Ciudad Autónoma de Buenos Aires, capital federal de la República Argentina.


Estatua de San Martín de Tours en Recoleta

En torno a este último patronazgo existe una curiosa historia, que quedó registrada en las actas históricas obrantes en el Cabildo de la Ciudad de Buenos Aires, y es la siguiente:

Luego de la primera y fallida fundación española de 1536 a cargo de Don Pedro de Mendoza, que con el nombre de "Nuestra Señora Santa María del Buen Ayre" solo subsistió cuatro años y fue abandonada; décadas después, el sábado 11 de junio de 1580, Don Juan de Garay, con más recursos, la fundó por segunda vez como "Ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto de Santa María de los Buenos Ayres".

Como la tradición indicaba que a cada ciudad había que asignarle un santo protector, unos meses después, el 20 de octubre del mismo año, los cabildantes (integrantes del Cabildo) se reunieron para la elección del “custodio divino” para Buenos Aires; es decir algún Santo entre los más conocidos.

Entonces, decidieron barajar nombres de varios santos escritos en papeles mezclados en un sombrero y que un niño elija uno a la suerte.

El que saliese sería el santo patrono. En el papel extraído se leyó: “San Martín de Tours”. Como esto no los dejó conformes por tratarse de un santo “francés”, repitieron el proceso dos veces más y las dos veces volvió a salir el nombre del mismo santo.


Elección de San Martín de Tours Patrono de Buenos Ayres

Según borradores encontrados del escribiente, no volcados al acta final que se firmó, pero guardados por precaución; cuando los cabildantes se aprestaban a volver a intentarlo, el Regidor los interrumpió diciendo resignado:

"No ha de ser que, por agradar a nuestro Reino de España sorteando más veces, ofendamos al Reino de Dios nuestro Señor, que por su poder y gloria presente en este acto, nos está mandando que ha de ser San Martín de Tours el Patrono de esta ciudad... Que así sea, y le rogamos su protección; en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo." 


Finalmente, en el Acta del Cabildo de Buenos Ayres del 20 de Octubre de 1580 se asentó muy escuetamente la siguiente frase:

"... por suerte cupo a esta ciudad por patrón della, el Señor San Martin". ... 

Sin dar más detalles.



Mosaico de San Martín de Tours en la Catedral de Buenos Aires

Mosaico de San Martín de Tours en la Catedral de Buenos Aires

Así, San Martín de Tours se convirtió en 1580 en el Santo Patrono de la actual Ciudad Autónoma de Buenos Aires; una de las más bellas y grandes ciudades del Mundo, donde los 11 de Noviembre de cada año se realiza su fiesta frente al histórico Cabildo, con vestidos coloniales e uniformes de batallones de la época.


Fiesta de San Martín de Tours en Buenos Aires

Fiesta de San Martín de Tours en Buenos Aires

Fiesta de San Martín de Tours en Buenos Aires

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Fuentes:

  • Edgard-Raphaël Vaucelle (1907). La collégiale Saint-Martin de Tours des origines à l'avènement des Valois (397-1328)'. Tours. p. 104.
  • «Saint-Martin de retour parmi les siens sur le dôme». lanouvellerepublique.fr. 16 de octubre de 2016
  • Histoire des Francs, livre II, chap. 14. Y Gregorio de Tours, Libri historiarum 10.31 : Hic aedificavit basilicam parvulam super corpus beati Martini, in qua et ipse sepultus est.
  • May Vieillard-Troiëkouroff (1972). La basilique de Saint-Martin de Tours de Perpetuus (470) d'après les fouilles archéologiques. Actes du 22e Congrès international d'histoire d'art, 1966 2. Budapest. pp. 839-46. ; et Charles Lelong, La basilique de Saint-Martin de Tours, Chambray-lès-Tours, 1986.
  • Gregorio de Tours, Historiæ, II, 37-38.
  • Alain Dessertenne (2007). La Bourgogne de saint Martin. Éditions Cabedita. p. 61.
  • Video "Diocèse de Tours - Découvrir l'ancienne abbaye de Marmoutier"
  • Archivos históricos del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.