Hay muchas cosas para ver en las exposiciones sobre la Edad Media en el interior del Museo de Cluny; pero también hay muchos blogs que las muestran.
Por eso, en este artículo yo les contaré sobre lo que hay afuera: los antiguos vestigios galo-romanos, como las Termas de Cluny, y algo que muy pocos observan: las indelebles marcas en la piedra, que prueban su estrecha relación con "El Camino de Santiago"...
Museo de Cluny, la historia medieval de Francia.
El lugar que ocupa el edificio (actualmente es un Museo dedicado a la Edad Media), ha tenido distintos usos desde la Edad Antigua; conservándose aún unas termas galo-romanas del Siglo I d.C. (también conocidas como "Termas de Cluny").
Historia del edificio Cluny
El nombre dado al edificio, se debe a que desde el siglo XIII fue sede del hospicio-residencia de los Abades de Cluny cuando venían a París (Cluny es una localidad de la región de Borgoña, en el centro-este de Francia, donde hay una importante Abadía de la que hablo más adelante).
El abad Jacques d'Amboise (1485-1510) lo reformó mucho. En 1560 la reina viuda de Francia, María Estuardo, lo eligió como palacio real, aunque lo ocupó poco tiempo.
Durante la Revolución Francesa, la naciente República confiscó el edificio en 1793, y durante tres décadas fueron cambiando de dueños.
Uno de ellos, que era médico, utilizó como su sala de operaciones lo que era la capilla del primer piso.
Alexandre du Sommerard en 1833 instaló en este edificio su enorme colección de obras medievales y del Renacimiento.
Cuando murió en 1842, la colección completa fue comprada por el Estado, abriéndola al público como museo en el año 1843.
En el patio gótico, en una de las paredes del edificio, hay un reloj de sol.
Está decorado con una banderola en la que figuran las cifras horarias, rodeada de conchas de Santiago (el símbolo de una vieira que caracteriza a los peregrinos de Santiago de Compostela, y que traían como prueba de haber llegado; pues es un molusco típico de los mares de Galicia).
En una pequeña banderola que rodea el sol que hay en el polo del reloj, figura la inscripción "NIL SINE NOBIS" (Nada sin nosotros).
El porqué de las conchas de Santiago en la paredes del edificio:
En la Edad Media, fueron muy importantes las relaciones entre Cluny y el norte de la Península Ibérica; las cuales comenzaron durante el reinado de Alfonso VI, quien así quiso terminar el aislamiento de sus reinos, aliándose con los monjes de Cluny y con el Papa.
Por esta razón aquel rey transfirió a la Orden de Cluny varios monasterios importantes, situados en el eje económico-político del reino: el muy transitado y famoso Camino de Santiago.
El siglo XI fue el de mayor esplendor para la Orden.
La Abadía de Cluny llegó a albergar entre 400 y 700 monjes; y su poder se ejercía sobre 850 casas en Francia, 109 en Alemania, 52 en Italia, 43 en Gran Bretaña y 23 en la Península Ibérica; totalizando más de 10.000 monjes por el Mundo; mas un numeroso personal subalterno.
El interés de Cluny por el Camino de Santiago es muy entendible, pues por allí se gestaba la Reconquista de la Península Ibérica y la cristianización del sur musulmán.
Por esta razón, favoreció principalmente el itinerario que recorre los monasterios situados en el primer tramo del Camino de Santiago; que sirvieron como punto de acogida para los peregrinos hacia Compostela; empezando con la abadía del monasterio de Moissac, una de las principales etapas del Camino de Santiago en tierras francesas, y que aún hoy tiene importantes esculturas románicas en sus portadas, y el claustro historiado más importante de Francia, terminado alrededor del año 1100.
La Orden Benedictina de Cluny, fue el mas importante centro de difusión espiritual del cristianismo en Europa durante la Edad Media.
Desde que fue fundada en el siglo X, la Orden tuvo una absoluta independencia de cualquier poder laico o eclesiástico. El Abad de Cluny sólo tributa al Papado, y responde por sus actos únicamente ante el Papa.
Con semejante libertad de acción, se pretendía evitar que otros poderes intermedios interfiriesen en la tarea que se había impuesto a la Abadía, la reforma integral del monacato.
Esta "inmunidad internacional" (por su directa dependencia del Papa) respecto a reyes, nobles y obispos; y una estructura jerárquica y centralizada, en lugar de la habitual dispersión y disgregación que habían tenido hasta entonces los monasterios benedictinos; lograron que Cluny impulsase una auténtica renovación espiritual en toda Europa.
La gran cantidad de fundaciones realizadas tuvo importantes consecuencias políticas, sociales, económicas e incluso militares; en todos los reinos de Europa.
El hallazgo de las reliquias del Apóstol Santiago, en el Siglo IX, dado a conocer por Carlomagno (quien veía con ello una manera de defender sus fronteras de la presión musulmana desde el sur); hizo de Compostela un centro de peregrinaje.
Al estar ubicada bien en el extremo Oeste europeo, todos los peregrinos debían transitar por territorio ibérico, incluso los que llegasen en barco por el Mar Cantábrico; generándose así entre los reinos cristianos una intensa actividad social, religiosa, y comercial de bienes y servicios a los peregrinos.
Pero la peregrinación jacobea tuvo su mayor apogeo cuando la orden cluniacense convierte el Camino de Santiago en el principal medio de difusión de sus ideas.
Esta pasión de "los Monjes Negros" fue el factor impulsor de la peregrinación Jacobea; tarea que fue apoyada por los monarcas peninsulares, en su deseo de romper con el aislamiento con el resto de la Cristiandad; y establecer lazos dinásticos, religiosos y culturales.
Los reyes de Castilla, de León, y de Navarra, entonces favorecieron en todo lo que pudieron la proyección de la red de monasterios de la Orden de Cluny en el norte de España, y especialmente alrededor del Camino.
Con las generosas donaciones de los monarcas hispanos, en tierras, villas y prioratos; la orden de Cluny construyó hospitales, puentes, iglesias y monasterios; con lo cual los habitantes de esos lugares se veían favorecidos, y pagaban con gusto sus tributos a sus reyes; quienes a su vez apoyaban a la Orden; creando un círculo virtuoso que funcionó perfectamente por mucho tiempo.
Aquellos inteligentes y organizados religiosos de la Orden de Cluny, elaboraron en el Siglo XII el Códice Calixtino y escribieron la Historia Compostelana.
El Camino de Santiago Francés por la Vía Turonensis, es decir la que pasa por la Ciudad de Tours, comenzaba en donde actualmente está la Tour Saint-Jacques en París, lo que detallo con amplitud en esa otra nota de mi blog.
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