A lo largo de su vasta historia, los habitantes de la actual Francia utilizaron muchos símbolos, que variaban según el régimen que tenía el poder en cada época. Sin embargo hay uno que estuvo siempre presente hasta hoy, desde antes del Imperio Romano, cuando los Celtas aún dominaban esta tierra... Me refiero al Gallo Galo, y de él trata este artículo.
¿Cuáles son los símbolos de Francia?
Los símbolos por los que actualmente se identifica a Francia son: 1) La Bandera tricolor de franjas verticales, azul, blanca y roja; 2) El Himno Nacional (La Marsellesa); 3) La Fiesta Nacional de la República (el 14 de Julio, por el día de la toma de la Bastilla durante la Revolución de 1789); 4) La figura de Marianne (mujer que representa a la República Francesa); 5) El sello oficial del Estado (la figura de la Libertad sentada, asiendo un timón con su mano derecha); y 6) El Gallo galo.
¿Cuál es el símbolo más antiguo de Francia?
El símbolo más antiguo usado en el territorio de Francia, es el Gallo; pues ya lo utilizaban los Galos, pueblo celta que allí habitaba antes de la llegada del Imperio Romano; y siguió usándose con mayor o menor importancia durante éste y todos los regímenes que siguieron, hasta el presente.
Historia del gallo galo
Ya en los pueblos Celtas que habitaban el territorio de la actual Francia (los Galos), la figura del gallo existía en pinturas, prendedores y monedas; no solo en el territorio de la actual Francia, sino también en Galicia, España; y otros territorios ocupados por pueblos celtas.
Al latinizarse la región con la llegada del Imperio Romano, el gallo se convierte en símbolo de la Galia romana (en latín: Gallia) y de sus habitantes originales, los galos, por un juego de palabras: pues el término latino "gallus" significa a la vez "gallo" (el animal) y "galo" (el habitante de la Galia).
El gallo significaba Fe y Luz para los antiguos druidas galos; quienes eran a la vez los Sacerdotes, Filósofos y Sabios dentro de aquella cultura Celta. Las figuras del Árbol de la Vida y del gallo, que vimos juntas en una imagen anterior, eran las más importantes para ellos.
El temprano canto del gallo al amanecer, representaba el triunfo de la luz y el bien, sobre la oscuridad y el mal; por lo que dicho símbolo fue tomando cada vez con mayor importancia.
Cuando el Imperio Romano ocupó esta región (que llamaron Galia), sus Gobernadores locales, en los documentos oficiales del Imperio, además de los sellos Imperiales obligatorios y generales, agregaban el dibujo de un pequeño gallo para diferenciarse de otras muchas regiones de Europa, África y Asia que también estaban bajo el poder Romano y llevaban nombres como Hispania, Italia, Bretania, Illyrium, Aegyptus, Cirenaica, etc, etc...
Con la decadencia y caída del Imperio Romano de Occidente en el Siglo V, y ya bajo el dominio Franco en esta región; el gallo siguió siendo por un tiempo un símbolo que a veces la identificaba; aunque avanzando hacia la Alta Edad Media fue desapareciendo, pero no del todo...
En el Siglo XIV vuelve a hallarse el gallo en algunos grabados de Alemania, como evocación de Francia; y a partir del siglo XVI, el gallo acompañó a veces al rey de Francia en grabados, monedas, etc; junto con la omnipresente Flor de Lis que ya había empezado a usarse desde el rey Luis VII en el siglo XII, quien la usó por primera vez en un sello, y quedó para siempre como inequívoco símbolo de la Realeza Francesa.
La Revolución Francesa quitó la flor de lis como símbolo, pero mantuvo al gallo en algunos usos (por ejemplo en el sello del Directorio, y platos) y también emitió monedas en 1793 con su figura; aunque mayoritariamente impulsó a "Marianne", la mujer con gorro frigio y escarapela, representando a la República Francesa, y su lucha por la Libertad, Igualdad y Fraternidad de los ciudadanos.
Una comisión de consejeros del Estado le propuso el gallo como emblema a Napoleón I, pero éste lo rechazó diciendo: "el gallo no tiene fuerzas, no puede ser la imagen oficial de un imperio tan importante como Francia". No obstante ese rechazo de Napoleón al gallo como emblema oficial, siguió estando presente en usos extraoficiales o secundarios.
A partir de 1830, el gallo galo vuelve a ser muy apreciado. Por ordenanza del 30 de julio de 1830, el gallo obligatoriamente debe figurar por encima de los estandartes de la Guardia Nacional, y en los botones de los uniformes.
Napoleón III , Presidente de la 2da República (1848-1852) y Emperador de los Franceses (1852-1870) rechazó nuevamente al gallo, (solidariamente con el parecer de su tío, el gran Napoleón Bonaparte), degradándolo nuevamente a papeles secundarios.
Luego, durante la 3ra República Francesa (1870-1940), el gallo se convirtió en un símbolo oficial.
La moneda de oro de 20 Francos acuñada en 1899, lleva al gallo en uno de sus lados.
Durante la Primera Guerra Mundial, el gallo francés lucha simbólicamente contra el águila alemana en muchas imágenes.
Al finalizar victoriosa para Francia aquella Gran Guerra contra Alemania, los monumentos a los Héroes franceses frecuentemente incluyeron gallos.
Las rejas del parque del palacio del Eliseo, forjadas a finales del siglo XIX, están ornamentadas con un gallo en su parte superior.
Actualmente la República Francesa prefiere el símbolo de Marianne:
Pero el gallo sigue figurando en el sello de Estado, que sigue siendo el de la Segunda República, y que representa a la Libertad sentada y asiendo con su mano izquierda un timón, en el que abajo a la derecha está representado un gallo.
Además son frecuentes los gallos en las estampillas postales, y hasta en las veletas de viento en los techos de las casas francesas.
Se utiliza también mucho el gallo en el extranjero para evocar a Francia, sobre todo como emblema en sus Selecciones Nacionales de diferentes deportes (Rugby, Fútbol, etc.). Los deportistas franceses se motivan con este emblema, y cuando estuvo a punto de desaparecer en 1997, ellos y muchas de las celebridades de Francia tomaron una firme posición a favor de mantener el gallo en sus camisetas, y lo consiguieron.
"Le Coq Sportif" (el gallo deportivo) es una afamada marca francesa de vestimenta deportiva; siendo un gallo su logo.
En 2014, La Monnaie (la Casa de la Moneda Francesa) emitió una serie de monedas de oro y plata de valores € 250 y € 100 respectivamente, con la figura del gallo galo.
Conclusión simbólica sobre el Gallo Galo
Indiscutiblemente, ver flamear la bandera francesa un 14 de Julio mientras escuchamos el himno "La Marsellesa" (La Marseillaise), es lo que más emociona a los franceses y a quienes, sin serlo, amamos profundamente ese país, como es mi caso por descender de ellos. Sentimiento que ocurre desde 1789 en que tuvo lugar la Revolución Francesa, hasta el presente; y nos hace erizar los pelos de la nuca por la emoción.
También, como dije anteriormente, es cierto que "Marianne", la mítica mujer francesa con su gorro frigio y escarapela, es el símbolo indiscutido del espíritu revolucionario que dio nacimiento a aquella Primera República Francesa.
Pero si decimos que todos los franceses tienen mucho o un poco de sangre gala, el único símbolo que perduró a lo largo de más de dos milenios, desde aquellos antiguos Celtas (galos) hasta hoy, ya sea en posiciones de privilegio o secundarias, pero siempre presente... es el gallo.
Mi nexo personal con el Gallo Francés
Cuando hice la investigación genealógica para averiguar sobre mis antepasados, encontré que en el Acta de Matrimonio de mis bisabuelos franceses (Jean Bernard Bergés y Adolphine Eugénie Lemoine), fechada el 3 de Julio de 1886, figuraba el domicilio donde residían: el n° 60 de la Rue Saint Sabin; en el actual 11e arrondissement (Distrito 11) de París.
Allí actualmente hay un edificio de departamentos de cinco pisos con locales en la planta baja.
Salvo el local de una peluquería que tiene entrada por la misma Rue Saint Sabin, los restantes locales y departamentos de vivienda tienen acceso por un "impasse" privado (un callejón sin salida), cuyo nombre es "Cour du Coq".
Este impasse está cerrado por una puerta de rejas decorada con un gallo, y está bordeado de antiguos ateliers (talleres) transformados en viviendas u oficinas.
No descarto que ese gallo de la puerta del lugar en París donde vivía mi bisabuelo Jean haya sido hecho por él mismo, antes de venir con mi bisabuela Adolphine para Argentina en 1890; pues era Herrero y Orfebre.
Por último, y aunque no creo en horóscopos... según el horóscopo chino, por haber yo nacido en 1957, mi animal es... EL GALLO.
¡Vaya coincidencia con mi amor a Francia! 😉
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