Misterio del Tesoro de Rennes-le-Château

La leyenda del tesoro de Rennes-le-Château está fundada en la súbita prosperidad de un misterioso sacerdote y la extraña simbología de su iglesia.

Rennes le Château (Rènnas le Castèlh en idioma occitano) es una población francesa que se encuentra en una pequeña colina de 582 m de altura, en el valle del Río Aude, en el departamento de Aude, a media distancia entre Carcassonne y los Pirineos, en el corazón del Languedoc de la Occitania.

Casualmente o no, Rennes le Château se encuentra alineada con el Meridiano de París, al igual que Carcassonne, otro punto singular de la historia cátara, que está algunos kilómetros más al norte.

Mirando al Sur desde París, el Sol del mediodía nos guía hacia esta aventura...

Historia del sacerdote François Bérenger Saunière

Al pequeño pueblo de Rennes le Château, en 1885 llegó el sacerdote François Bérenger Saunière, para ocuparse de las necesidades espirituales de sus aproximados 300 habitantes.

Desde entonces, hasta 1917 en que murió en este mismo lugar, su vida estuvo jalonada por extraños sucesos que dieron lugar a muchas fantásticas interpretaciones.

A poco de su llegada, emprende la renovación de la iglesia del lugar, dedicada a Santa María Magdalena, que estaba casi abandonada por falta de mantenimiento.

Las obras comenzaron lentamente por las cuestiones prioritarias, dado el escaso presupuesto que manejaba a su llegada; pero en determinado momento las refacciones se aceleraron, encargando varias obras de gran calidad artística a un escultor de Toulouse y a un vidriero de Narbonne; invirtiendo un gran presupuesto.

En 1889 inicia la construcción de una hermosa torre, levantada sobre las ruinas de un viejo castillo feudal, a la que llamó Torre Magdala, la que usaba como oficina privada y biblioteca.

Su biblioteca personal era extensa, y con libros considerados "raros" por los neófitos que eventualmente accedieron a ella. Lamentablemente, a su muerte, su heredera vendió casi todos sus libros.

No se privó de hacer un invernadero, con una vista fabulosa al valle, en el cual cultivaba preferentemente naranjas.

También construyó una gran finca que usó como residencia, a la que llamó Villa Bethania, gastando mucho dinero en ello. Además construyó una gruta con la figura de la Virgen María y remodeló el cementerio.

Entre 1901 y 1904, Saunière recibe varias amonestaciones del Obispo de Carcassone, preocupado por lo irregular de sus gastos; siendo acusado de enriquecerse con una ilegal venta de misas.

Tras largos procesos eclesiásticos, en los que le resultó imposible justificar la fuente de sus ingresos, en 1911 es suspendido "a divinis" y se le prohibe celebrar misas.

Desobedeciendo al Obispo, Bérenger Saunière permanece en Rennes le Château hasta su muerte, suspendido como sacerdote y sin recibir ningún salario de la Iglesia.

Hasta aquí los hechos perfectamente documentados.

Leyendas de tesoros, simbología extraña y misterios en Rennes le Château

Sobre los hechos reales y documentados, luego aparecen otros acontecimientos, leyendas y testimonios no documentados, que afirman el hallazgo de un tesoro por Saunière (que explicaría sus cuantiosos gastos); y que además se entremezclan con mitos históricos y religiosos que involucran a Rosacruces, Cátaros, Templarios y sectas de toda índole.

Bérenger Saunière se llevó sus secretos a la tumba; pero en las obras que hizo levantar y la iglesia que reconstruyó, dejó muchas extrañas indicaciones y signos, que generaron un enorme interés y desconcierto de investigadores y curiosos que visitan Rennes le Château desde entonces, escudriñando sus rincones y cavando en sus alrededores.

Hay demasiadas coincidencias, demasiados "errores" acumulados en la "aparentemente piadosa" imaginería de toda la iglesia redecorada por Saunière. Algo quiso decir con tantas señales que parecen pistas... ¿O tan solo quiso atraer y jugar con la credulidad de futuros visitantes?...

Como sea, logró darle una fama superlativa a la pequeña localidad de Rennes le Château entre aficionados a estos temas; pues muchos creen que, si logran descifrar esas señales, hallarán fabulosos tesoros merovingios, cátaros o templarios...

El antiguo castillo condal, (siglos IX – XIII) abarcaba todo el terreno donde hoy está la finca de Saunière, el cementerio, la iglesia y el actual pequeño castillo que se reconstruyó en el siglo XIX. La iglesia actual está construida específicamente sobre la capilla de aquel castillo antiguo, en cuya cripta supuestamente yacían los Nobles de ese pasado remoto.

El nuevo castillo es más chico, y se encuentra apenas a unos 50 m de la iglesia actual, hacia el Este.

El último Señor de Rennes-le Chateau (y también de otras localidades cercanas) fue François d'Hautpoul, marqués de Blanchefort; y la última heredera de la familia Hautpoul (en la rama Rennes-le Château, porque hay otras ramas), fue Marie-Anne Élisabeth d'Hautpoul, quien falleció en 1820 sin dejar descendencia. El castillo se vendió a particulares y actualmente lo están refaccionando.

Del viejo castillo sólo quedaron algunas ruinas. Las visibles son las que están diseminadas en los bordes de la colina, pues las restantes han sido tapadas por las nuevas construcciones del pueblo y por el castillo actual.

Muchos piensan que la interpretación de los símbolos dejados por el sacerdote podría guiar a descubrir algo que trastocaría muchos dogmas de fe...

En el frente y sobre el umbral de la puerta de la iglesia reconstruida por Saunière, aparece la frase en latín "Terribilis est locus iste", que parece una advertencia "Terrible es este lugar". No obstante, la palabra "terribilis" también significa "cosa que infunde respeto"; por lo que la frase puede interpretarse como "este lugar infunde respeto" o "miedo reverencial".

Sin embargo, el significado se clarifica si leemos todo el versículo bíblico del que se toma la frase que fue sacada de contexto; pues en el texto original, esta continúa diciendo: "Esta es la Casa de Dios y la puerta del cielo" (otras palabras que también suelen aparecer en las entradas de algunas iglesias), y recuerda la visión de Jacob de una escalera que ascendía al cielo.

La frase está en el Antiguo Testamento (Génesis, 28; 17). En este pasaje se relata que mientras Jacob descansaba en la ciudad de Beth-El, soñó con una escalera que subía de la Tierra al Cielo. Cuando despertó, erigió allí una estela con piedras, que luego consagró con las palabras: "Terribilis est locus iste! Haec domus Dei est et Porta coeli" (este es un lugar terrible! Esta es la Casa de Dios y la puerta del Cielo).

Así que no solo está escrita esta frase en las entradas de los edificios religiosos para infundir miedo reverencial, sino también y sobre todo para indicar, refiriéndose a la visión de Jacob, que desde aquí comienza la "escalera" (o "camino") que conduce al Cielo.

Pero Saunière omitió la segunda parte de frase, y para asustarnos más colocó una escultura del diablo Asmodeo, ¡sosteniendo la pila de agua bendita!, apenas se ingresa a la iglesia, a la izquierda.

Llamativamente, Asmodeo no es cualquier demonio; sino que en la Demonología es el demonio de la lujuria, el buscador de tesoros, y fue guardián del tesoro del Rey Salomón, por un pacto que hicieron entre ellos luego que Salomón lo subyugó; habiendo también ayudado a diseñar su famoso Templo.

Según muchas leyendas, aquel mítico tesoro del Templo de Salomón habría sido encontrado por los Templarios, traído de Jerusalen y ocultado en algún lugar de Francia... ¿Habrá sido aquí, en Rennes le Château?

Sobre la cabeza de ese diablo, dejó sus iniciales BS (Bérenger Saunière), como para significar que ingresábamos en sus dominios, o en sus conocimientos.

Sobre la pila de agua bendita hay cuatro ángeles personificando el símbolo de la Cruz, cada uno de ellos con su mano en cada uno de los puntos del movimiento al persignarse, y una inscripción en francés que dice: "Par ce signe tu le vaincras" (Por este signo, tu le vencerás)...

Nótese en la imagen anterior, que el ángel de abajo apunta con el dedo índice de su mano izquierda hacia el diablo que tiene debajo.

Recordemos que existe una frase muy parecida y conocida en el cristianismo "En este signo, vencerás" (In hoc signo vinces) que habría escuchado procedente de Dios el emperador Constantino del Imperio Romano, junto con la visión en el cielo de un crismón, antes de una importante batalla contra Majencio a las puertas de Roma; en la que resultó victorioso por seguir ese consejo cambiando todos sus estandartes de batalla, incorporando el crismón. Impresionado y feliz por este hecho, Constantino fue luego el primer Emperador Romano que abrazó el Cristianismo.

Tal vez Saunière cambió un poco aquella frase para dirigirse a todo visitante de su iglesia que la leyera, alentando su posibilidad de derrotar específicamente al diablo que soporta la pila, si el visitante sigue "el signo". ¿Se refería realmente al signo de la Cruz, o a otro?.

Si la de abajo fuese cualquier figura demoníaca, podríamos pensar que la frase significa que la señal de la cruz con el poder de Dios vence a Satanás... Pero al ser específicamente Asmodeo, el demonio buscador de tesoros y guardián del de Salomón, los investigadores sospechan que la frase podría significar que, quien logre identificar los símbolos, podría vencer al guardián y quedarse con el tesoro... 

Sobre los cuatro ángeles hay una extraña cruz con una rosa en el centro rodeada por una corona circular... Es ni más ni menos que una "Rosacruz"... el símbolo usado por la antigua Orden secreta de los Rosacruces. ¿Sería este el signo a seguir?, ¿Iniciarse en el saber de esa orden secreta de la que aparentemente Saunière formaba parte?...

En la pared oeste hay un particular relieve del Sermón de la Montaña, pues en el primer plano vemos un saco roto, que no figura mencionado en el Evangelio, junto al cual hay muchas rosas... ¿por qué tantas rosas?.

Los paisajes laterales se parecen a los de Rennes; y en la esquina inferior derecha hay representado un pedazo de capitel idéntico al del balaustre que soportaba el púlpito de la iglesia primitiva que Saunière reformó.

Según los investigadores, fue en un hueco de este capitel que el sacerdote encontró un manuscrito con las claves que lo llevaron hasta el tesoro, según relataron dos de los seis obreros presentes en las obras y que estaban junto a él.

En la narración del Sermón de la Montaña de los Evangelios no se mencionan ni las rosas, ni el capitel, ni el saco roto... ¿Habrá agregado Saunière estos tres símbolos para dar a entender que gracias a los conocimientos de la Orden de la Rosacruz, buscó en ese capitel de la iglesia antigua, y halló los documentos que le permitieron llegar hasta el tesoro (saco roto)?...

Una persona solitaria fue representada caminando al fondo del paisaje; ¿sería Saunière buscando el tesoro luego de hallar los documentos?.

Una de las figuras femeninas del relieve, que representa a María Magdalena, en vez de mirarlo a Jesús (como se esperaría de una oyente de Él), mira hacia un punto determinado del piso de baldosas; que es el mismo punto hacia donde miran el diablo Asmodeo y otra estatua de Jesús inclinado junto a San Juan para ser bautizado:

Bajo el altar está representada María Magdalena en su cueva, con la calavera y su libro que siempre leía; pero no sostiene ninguna de las dos cosas, sino que deja caer las manos sobre su regazo. Los investigadores sugieren que la postura de sus manos representaría una escalera descendiendo desde el lugar donde está esa pintura hacia el subsuelo de la iglesia, donde Saunière al encarar las obras encontró un viejo mausoleo.

Las esculturas del Vía Crucis tienen una calidad asombrosa, y en cada una de sus etapas se encuentra también el símbolo de la Rosacruz. Se observan allí varios detalles que difieren de las narraciones evangélicas: 

1) La herida de la lanza romana está del otro costado del cuerpo de Jesús. 

2) El retiro del cuerpo de Jesús se representó de noche y con Luna llena.

3) ¿Por qué hay un muchacho recogiendo algo bajo los pies de Jesús, y aparece una bola dorada?

4) Otro muchacho negro sostiene una bandeja en la que Pilatos se lava las manos, sentado sobre un sillón decorado con un grifo de oro. Curiosamente cerca de Rennes hay una gran piedra llamada "la roca negra", y junto a ella hay unas viejas minas de oro.

Son muchas las referencias al entorno de Rennes le Château, agregadas a estas obras artísticas, como si Saunière hubiese querido guiar hacia un tesoro a quienes descifrasen los símbolos.

Santa Germana, otra de las figuras de la iglesia, siempre estuvo relacionada con tesoros ocultos.

San Antonio, a quien se invoca para encontrar lo perdido, también tiene su figura en esta iglesia. Tal vez Saunière los puso allí en agradecimiento por haber hallado él un tesoro.

Marie Dénarnaud fue la compañera, ama de llaves y confidente de Bérenger Saunière desde su llegada a Rennes; y vivió 30 años más que el sacerdote, heredando sus bienes.

Cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, al cambiarse la moneda en Francia, el Gobierno exigía informar el origen de los fondos a quienes quisieran cambiar francos viejos por los nuevos, para detectar a colaboracionistas con los alemanes que se hubiesen enriquecido traicionando a Francia, o robando bienes de judíos.

Se dice que entonces se la vio a Marie quemando grandes fajos de billetes viejos, por no poder justificar de donde los obtuvo. Su secreto también se fue a la tumba.

La tumba de Saunière hoy está en el jardín entre Villa Bethania, la Torre Magdala y un invernadero que usaba para cultivar naranjas; donde fue trasladada por un familiar lejano en vista de la fama que cobró el difunto; pues inicialmente estuvo humildemente en el cementerio junto a la iglesia.

Conclusiones personales

En la primera parte de este artículo detallé los hechos históricos documentados; y en la segunda, todas las interpretaciones, teorías y leyendas que se suscitaron a partir de aquellos.

Respecto a los símbolos aquí descriptos que hay adentro de la iglesia de Santa María Magdalena en Rennes le Château, un escéptico argumentaría con razón que la mente humana puede ver lo que quiere ver... Entonces, los emocionados buscadores de misterios siempre encontrarán indicios que avalen el misterio, aunque no exista tal.

Lo que sí resulta verdaderamente llamativo es el misterio del origen de los cuantiosos fondos que gastaba François Bérenger Saunière durante su apogeo, y de cómo pudo sostenerse económicamente en los últimos años de vida luego de ser suspendido como sacerdote y sin cobrar sueldo alguno.

La hipótesis del delito de "venta de misas" como fuente de ingresos adicionales a su sueldo, no creo que tenga asidero, pues recordemos que Rennes le Château, desde el arribo de Saunière, siempre fue un pueblo pequeño de gente humilde y de pocos habitantes; sin aristócratas a quienes venderles costosas misas de conveniencia, pues la noble Familia Hautpoul ya no vivía en el destruido castillo.

¿Cuánto podría haber recaudado vendiéndolas entre las personas de Rennes?, muy poco sin duda, insuficiente para justificar todo lo que gastó en las obras, y ¿cómo pudo subsistir seis años sin salario, desde su destitución sacerdotal hasta su muerte?.

También es un misterio saber de qué vivió Marie Dénarnaud tan cómodamente en la Villa Bethania, desde la muerte de Saunière en 1917 hasta un año después de terminada la Segunda Guerra Mundial en 1946 (29 años más), sin estar casada ni recibir pensión alguna... y que cuando el Gobierno Francés de entonces dispuso en 1946 el cambio de moneda con declaración de ingresos, justo en ese momento Marie entró en la pobreza absoluta... ¿raro, no?.

Y si fuese cierto que Saunière encontró un tesoro, y lo fue vendiendo para obtener billetes a medida que los necesitaba; y luego su heredera hizo lo mismo por 30 años más... ¿quedará un poco escondido?

Por último, ¿qué sentido tendría que Saunière indicase con símbolos en su iglesia de Rennes le Château la ubicación de un tesoro repleto de oro o valiosas alhajas, que él mismo iba gastando en sus fastuosas obras y buen vivir, para que cualquier investigador tenaz lo descubriera y se lo robara?

¿O es quizás que en este misterioso lugar de Occitania, a lo largo de su larga historia, se escondieron DOS (2) tipos diferentes de tesoros?:

Hipotético tesoro de valor material

Ya sea en oro o alhajas, que tal vez dejaron en la Edad Media los Templarios, que pasaban por la fortaleza de Rennes durante las cruzadas, dado que se sabe que éstos eran hábiles prestamistas y acumulaban riquezas en distintos lugares.

Sobre las ruinas de una de las torres de aquella fortaleza, Saunière edificó la Torre Magdala.

O tal vez, mucho más acá en el tiempo, un tesoro que simplemente escondió algún noble de la zona, antes de escapar de la Revolución Francesa en 1789, con la idea de volver luego a recuperarlo, cosa que no pudo cumplir.

Tal vez fue alguno de este tipo de tesoros materiales que accidentalmente encontró Saunière durante las primeras refacciones básicas y utilizó para sus grandes obras posteriores.

Estas dos hipótesis son bastante creíbles y se ajustarían a lo que se estilaba en aquellas épocas (esconder las riquezas de cada uno en lugares secretos).

La hipótesis del mítico "Tesoro del Rey Salomón" en cambio, me resulta demasiado fantástica.

Hipotético tesoro de valor espiritual y documental

Puede haber otro segundo tesoro de valor espiritual y documental, en Rennes o sus alrededores, y que sería disruptivo respecto de los dogmas tradicionales; pues apoyaría con documentos allí ocultos otras vertientes religiosas diferentes a la Católica Apostólica Romana, como era la Arriana que, a pesar de ser cristiana, desde el Siglo III negó la Trinidad, y fue la que practicaban los Cátaros que habitaban toda esta zona, antes de ser masacrados en el Siglo XIII por el accionar del Reino de Francia en acuerdo con Roma...

Tal vez Saunière también encontró este segundo tesoro documental, pero esta vez no por accidente, sino probablemente siguiendo indicios que él conocía a través de alguna Orden secreta, como es la de los Rosacruces de la que parece haber sido miembro (el símbolo de la Rosacruz está clarísimo en muchos lugares de la iglesia del pueblo).

Pero al constatar Saunière el TENOR del contenido revelado, contrario a su Fe católica apostólica romana, no lo quiso difundir, pero tampoco destruir; y prefirió volverlo a ocultar en su lugar para que sea OTRO quien tomara la responsabilidad de difundirlo o no.

Justamente para ayudar a ese "otro" del futuro a encontrar este segundo tesoro (cosa que hasta ahora no ocurrió), habría dejado toda esa extraña simbología adentro de su iglesia, y en algunas lápidas del cementerio en Rennes le Château; con la intención que sólo lograse descifrarla un estudioso del tema, y no cualquier advenedizo.

Tal vez los notables cambios introducidos en las obras artísticas sobre la vida y muerte de Jesús que dejó en su iglesia de Rennes-le-Château, se deban a su intención de avisar que "hay otra historia" en la Religión Cristiana, un poco diferente a la Apostólica Romana.

En la moda de imaginar cosas, muchos blogs, libros pseudo-históricos y novelas, agregan a la lista de "revelaciones" de esos documentos, una supuesta descendencia de Jesús y María Magdalena, como marido y mujer, que habría dado origen a la Dinastía Merovingia.

Pero esa leyenda ya fue refutada por la Ciencia cuando en 1959 se efectuó el descubrimiento en perfecto estado de la tumba de la Reina Arnegunda bajo el subsuelo de la Basílica de Saint-Denis, y se pudo analizar su ADN; comprobándose que esta reina Merovingia tenía un genoma 100% europeo, sin ancestros en Medio Oriente, para la marca de tiempo genómico que corresponde a los años en que habría vivido Jesús de Nazareth.

Turismo en Rennes-le-Château

Miles de investigadores aficionados a los misterios, y simples curiosos de todo el Mundo visitan Rennes-le-Château cada año, a veces con estadías prolongadas, buscando si quedó algo del tesoro material de Saunière, o si existe otro tesoro documental.

El Municipio y quienes viven en el pueblo de esa actividad están muy felices (bistrots, restaurants, alojamientos, librerías esotéricas, etc.)

¡Gracias por visitar conmigo Rennes-le-Château!