La Corona de espinas de Jesús - Reliquia de la Catedral de Notre-Dame


Antes de ocurrir el incendio de la Catedral de Notre-Dame, el 15 de Abril de 2019; el primer Viernes de cada mes se mostraban a los fieles las reliquias allí guardadas.

Una de ellas es la corona de espinas que llevaba Jesucristo rumbo a su crucifixión. No se confundan con la foto; la corona está adentro de ese tubo circular de vidrio protector, adornado con hilos de oro.

La que sigue es su historia...


Corona de Espinas de Jesucristo - Reliquia de Notre-Dame

Historia de la corona de espinas de Jesús en Notre-Dame

¿Cómo pudo llegar la corona de espinas de Jesucristo a París?

Se menciona su presencia en Jerusalén desde el siglo V (en las cartas de Paulino de Nola).

Luego se registra su ubicación en la Basílica de Sion en el 570.

Posteriormente, en el siglo VII fue trasladada a Constantinopla para resguardarla de las invasiones persas.

En el siglo X, con motivo de una crisis económica en el imperio Bizantino, para obtener dinero habría sido empeñada ante prestamistas venecianos que se la quedaron, y luego sus herederos.

Tres siglos después, habría sido adquirida por el Rey Luis IX de Francia; quien construyó la Sainte Chapelle en el siglo XIII, como lugar para resguardar y venerar la reliquia, dado que era un soberano muy devoto; de hecho, fue canonizado en 1297 por el Papa Bonifacio VIII.

Otra versión afirma que la corona de espinas le fue obsequiada a Luis IX por Balduino II, Emperador Latino de Constantinopla, que ya la tenía en su poder, por haberla recuperado; sabiendo que el poderoso Reino de Francia, ininterrumpidamente Católico Apostólico Romano, sería el mejor resguardo para esta reliquia.

Durante la Revolución Francesa, todas las posesiones de las iglesias pasaron a poder del Estado, entonces la llevaron durante algunos años a la Biblioteca Nacional.

Pero en 1801, el "Concordato" entre la naciente República Francesa y la Iglesia Católica, reconoció que la corona era propiedad de la Iglesia; pasando al tesoro de la Catedral de Notre-Dame, junto con otras reliquias menores.

La corona sagrada, a través del vidrio se observa como un círculo de varios tallos entrelazados y atados. Su diámetro es de 21 centímetros y ya no tiene espinas, pues éstas fueron distribuidas entre varias ciudades cristianas durante muchos siglos por los reyes de Bizancio y luego de Francia.

Está adentro de un tubo circular de vidrio protector, rodeado con adornos de hilos de oro; y así es exhibida; nunca se saca de allí.


Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén

La corona de Jesucristo siempre fue transportada por miembros de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén (su símbolo es una cruz roja estilo griego, con 4 crucetas menores que vemos en las capas blancas; y que es la misma que usaban los Caballeros Cruzados.


Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén

La Orden del Santo Sepulcro

La Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén es una orden católica de caballería, creada en el año 1098 por el duque de la Baja Lorena, Godofredo de Bouillón, quien fue el líder más importante de la Primera Cruzada, y Protector del Santo Sepulcro.

Tras resultar victoriosa esta primera cruzada, a esta orden de Caballeros se la reconoció como la Orden de Caballería más antigua del mundo.


Exhibición de las Reliquias en la Catedral de Notre-Dame

Comenzó como una confraternidad mixta clerical y laica de peregrinos, que creció gradualmente alrededor de los Santos Lugares de la cristiandad en Oriente Medio.


Catedral de Notre-Dame de París

A la fecha que redacto esta nota, y a raíz del incendio de 2019, la corona de espinas fue, de urgencia y provisoriamente, resguardada en el Ayuntamiento de París (Hôtel de Ville), a unos 400 metros de la Catedral. 

[Actualización]: Hasta que terminen las obras en Notre-Dame, la corona de espinas ahora se resguarda en el tesoro del Museo del Louvre; y desde Septiembre de 2019 se volvió a exhibir a los fieles los primeros Viernes del mes, en la Iglesia St. Germain l’Auxerrois; adyacente al Museo del Louvre.



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