Historia de La Marsellesa y su interpretación


Aquí aprenderemos que "La Marsellesa" originalmente no se llamaba así, y que fue compuesta para un objetivo distinto al de comenzar una revolución interna.

Muchas veces la emoción nos nubla la razón... especialmente cuando una serie de hechos extremadamente importantes de la historia, como fue el largo proceso denominado "Revolución Francesa", cuya acción (pero no su planeamiento) comenzó con la Toma de la Bastilla el 14 de Julio de 1789, se sirven de símbolos auxiliares cronológicamente cercanos, pero no coincidentes en el tiempo, como ser cuadros, canciones, etc.

Pero son tan potentes y bellos esos símbolos auxiliares, que muchos los recuerdan para siempre y tienden a asociarlos a momentos y contextos equivocados de la historia real.

Por ejemplo cuando un neófito observa el hermoso cuadro "La Libertad guiando al Pueblo" de Eugène Delacroix, que se expone en el Museo del Louvre, donde se ve la figura de una mujer encarnando a la Libertad, con su pecho desnudo, una bandera francesa en sus manos y conduciendo a personas armadas, cree que representa la toma de la Bastilla de 1789... ¡Nada más lejos de la realidad!. Sobre eso hablaré en una digresión más adelante. Ahora hablemos de "La Marsellesa".

La siguiente es una imagen de la partitura de "La Marsellesa"

Partitura de La Marsellesa

Contexto Cultural en la Revolución Francesa

En la Francia de 1789,  no sabían leer la mitad de los hombres y tres cuartas partes de las mujeres. Por esta razón, el medio más eficaz para transmitir las ideas revolucionarias eran las canciones. Según los historiadores de la música, entre 1789 y 1800, existieron alrededor de 200 himnos y más de 2.000 canciones populares de índole política. Los himnos solían ser encargos oficiales de las autoridades revolucionarias para las ceremonias (odas, coros, cantos fúnebres…), en cambio las canciones tenían un carácter popular.

Circulaban en folletos y almanaques, y se reproducían en los periódicos. Había autores, chansonniers, que a la vez cantaban y vendían sus composiciones (y/o las de otros) en los sitios más concurridos de París, como el Palais Royal, los Campos Elíseos o el Pont Neuf. Hubieron otros que ideaban una letra que podía cantarse sobre una música conocida de una opereta, una canción folclórica, etc.

La gente cantaba en todas partes: en los cafés, en los teatros, en las calles... Los líderes de la Revolución comprendían la utilidad de los cantos patrios. Así fue que en 1793, el diputado Dubouchet declaró: "Nada más apropiado que los himnos y las canciones para electrizar las almas republicanas".

En la Asamblea, el público asistente gritaba tantas canciones que causaba interrupciones de las sesiones, provocando quejas de los pocos diputados que se animaban a oponerse a ese descontrol de las masas, entre ellos Danton.

Entre las muchas canciones políticas de esos años hubo algunas que alcanzaron especial popularidad, como "Ça ira", creada en 1790; "La Carmagnole", de 1792, o el "Canto de la partida" de 1794 (que era la preferida de Napoleón durante su Imperio en lugar de la Marsellesa, ya veremos porqué)... Pero fue La Marsellesa la que acabó posteriormente convirtiéndose en símbolo de la Revolución.

Hago una digresión del tema principal, para aclarar confusiones muy frecuentes: 

1) La Toma de la Bastilla del 14 de Julio de 1789 fue apenas el inicio de un largo y dramático proceso denominado "Revolución Francesa".

2) En esa fecha no existía "La Marsellesa", sino que eran otras las canciones que cantaban los revolucionarios contra la monarquía absolutista imperante.

3) Durante los primeros tres años de la Revolución, la canción "Ça ira" fue una de las más difundidas. "Ça ira" se traduce como "Todo irá bien" o "estará bien",  dando a entender que las crueles acciones que los revolucionarios estaban encarando contra otros franceses (una lucha interna), eran para el bien futuro de todo el pueblo francés. Sin embargo, es de honestidad intelectual para cualquier historiador recordar que durante la época denominada "El Terror",  entre septiembre de 1793 y julio de 1794, se cometieron asesinatos en masa de miles de "sospechosos" contrarrevolucionarios, bastando denuncias de terceros no siempre fundadas. También fue muy cuestionada la masacre de pueblos enteros que se habían alzado contra la revolución durante la rebelión de "La Vendée".

4) En cambio, "La Marsellesa" de 1792 infundirá valor a todos los franceses unidos contra una agresión de potencias extranjeras; donde "ces féroces soldats" a los que se refiere la letra, que "vienen a degollar a vuestros hijos y esposas", eran los feroces soldados de los ejércitos del Imperio Austríaco y de Prusia, contra quienes había que luchar para defender la República Francesa naciente. Es decir que La Marsellesa nos habla de una lucha contra monárquicos de afuera.

5) Para finalizar la digresión, menciono el muy extendido error de creer que el cuadro "La Libertad guiando al Pueblo" de Eugène Delacroix, que se expone en el Museo del Louvre, representa la toma de la Bastilla de 1789, cuando en realidad representa otra revolución posterior ocurrida en 1830 en París, que se llamó "las tres gloriosas". Desde el link anterior de este párrafo accederán a otro artículo de este blog donde podrán leer todos los detalles de esa obra. 

[Fin de la digresión].

Volvamos a los comienzos de la Revolución Francesa...

El rey Luis XVI, cada vez más cuestionado.

Desde el comienzo de la Revolución Francesa en 1789, el rey Luis XVI pasó a cumplir un rol cada vez más limitado y problemático. A medida que la crisis política y económica se intensificaba, la monarquía absoluta de Francia fue cuestionada y desafiada por la creciente demanda de reformas y el clamor por un sistema más justo y representativo.

Luis XVI, como monarca, inicialmente intentó manejar la situación a través de concesiones limitadas, como la convocatoria de los Estados Generales en 1789, pero su falta de liderazgo efectivo y su resistencia a las reformas más profundas contribuyeron al crecimiento del descontento popular.

Durante los primeros años de la Revolución Francesa, el rey perdió gradualmente poder político y se convirtió en un símbolo remanente del Antiguo Régimen que la mayoría de los revolucionarios querían derrocar definitivamente.

Finalmente, luego de la toma de las Tullerías del 10 de agosto de 1792, un punto muy importante del proceso revolucionario, la monarquía fue abolida y Luis XVI fue arrestado y llevado a juicio por traición contra la nación.

El 21 de Septiembre de 1792 comenzaban los sucesivos regímenes Parlamentarios y Republicanos que constituyeron "La Primera República". Más tarde Luis XVI sería condenado a muerte y guillotinado en Enero de 1793, y María Antonieta sufriría lo propio en Octubre del mismo año, lo que marcó otro punto crucial en la historia de la Revolución Francesa.

Historia de La Marsellesa

"¡A las armas, ciudadanos!"

La historia de La Marsellesa empezó recién el 24 de abril de 1792, es decir casi tres años después de la Toma de la Bastilla del 14 de Julio 1789, cuando el alcalde de la ciudad fronteriza de Estrasburgo, el barón Philippe-Frederic de Dietrich, invitó a cenar a su casa, que estaba donde hoy se encuentra el Banco de Francia en la Place Broglie, justo enfrente de la Municipalidad de Estrasburgo, a un capitán del Ejército y compositor aficionado, llamado Claude-Joseph Rouget de Lisle de quien era amigo.

Placa conmemorativa en Estrasburgo donde se ejecutó por primera vez la Marsellesa

En la cena, le pidió que compusiera un nuevo himno militar; pues con mucha lógica consideraba que el "Ça ira" de 1790 no era adecuado como arenga contra una agresión externa, como la que estaba por enfrentarse por los siguientes motivos.

En esos días la Revolución transcurría por una etapa dramática. La hostilidad en aumento de los partidos revolucionarios contra el rey Luis XVI había escandalizado a las monarquías absolutistas europeas, hasta que en agosto de 1791 el emperador austríaco Leopoldo II (del Sacro Imperio Romano Germánico) y el rey de Prusia, Federico Guillermo II, lanzaron un ultimátum a la Asamblea Nacional: si no se respetaban los derechos de Luis XVI y su esposa María Antonieta (ni más ni menos que Archiduquesa de Austria), intervendrían militarmente contra Francia.

Fue el inicio de una escalada de altisonantes declaraciones, de egos inflamados y movilización de tropas, que desembocó finalmente en la guerra. El 20 de abril de 1792 la Asamblea Nacional aprobó casi unánimemente declarar la guerra a Austria y Prusia, y llamó a todos los franceses a que se unieran al ejército que debía enfrentarse al inminente invasor.

El alcalde de Estrasburgo, al encargar el himno cuatro días después de la declaración de guerra, buscaba levantarles la moral y el patriotismo a los voluntarios que acudían a formar el nuevo ejército... ¡y vaya si lo logró!.

De ahí viene el nombre original del himno que compuso Rouget de Lisle: "Chant de guerre pour l'Armée du Rhin" (Canto de guerra para el ejército del Rin), y que el estribillo dijera: "Aux armes, citoyens!" (A las armas, ciudadanos!), como en los bandos que se pegaban en los muros de la ciudad que conminaban a los hombres adultos a alistarse.

El capitán Rouget de Lisle aceptó orgulloso ese encargo, y corrió hasta su casa situada en el 81 de la Grand Rue de Estrasburgo, a unos 800 metros de la de su anfitrión, el Alcalde.

Domicilio donde vivió el autor de la Marsellesa en Estrasburgo

La compuso en apenas dos días, y el 26 de abril de 1792 regresó a la casa del Alcalde, donde se la ejecutó y cantó por primera vez, quedando éste muy satisfecho y emocionado hasta las lágrimas, al igual que otros asistentes a ese evento.

Rouget de Lisle cantando la Marsellesa por primera vez

Junto a la Municipalidad existe un monumento a la Marsellesa, representando a dos soldados franceses de prominentes bigotes entonándola.

Acceso al Monumento a La Marsellesa en Estrasburgo


Monumento a La Marsellesa en Estrasburgo

Interpretación de la letra de la Marsellesa

La interpretación que podemos hacer de la primera estrofa es la más importante, y es la siguiente: 

Dentro de aquel Ejército del Rin, Rouget de Lisle era capitán de un regimiento llamado “les enfants de la Patrie” (los hijos de la Patria), pero ese atributo se aplica a todos los franceses; por eso empieza así la primera estrofa:

"Allons enfants de la Patrie" (Vamos hijos de la Patria).
"Le jour de Gloire est arrivé" (el día de gloria ha llegado).

Luego, refiriéndose a las monaquías absolutistas extranjeras que pretendían reimponer ese régimen en Francia sigue así: 

"Contre nous de la tyrannie", (Contra nosotros de la tiranía)
 "L'étendard sanglant est levé" (el sangriento estandarte es levantado)

Los franceses civiles son llamados a unirse y luchar contra estas, y la letra de la primera estrofa continúa infundiendo el miedo a lo que podía ocurrirles si se mantenían pasivos:

"Entendez-vous dans les campagnes
Mugir ces féroces soldats ?
Ils viennent jusque dans vos bras
Égorger vos fils, vos compagnes !"

(¿Oís en los campos
el bramido de aquellos feroces soldados?
¡Vienen hasta vuestros mismos brazos
a degollar a vuestros hijos y esposas!)

La canción transmite una perspectiva siniestra de algo terrorífico, que sólo puede ser vencido por la llamada a tomar las armas del estribillo: 

"Aux armes, citoyens !
Formez vos bataillons !
Marchons, marchons !
Qu'un sang impur
Abreuve nos sillons !

(¡A las armas, ciudadanos!
¡Formad vuestros batallones!
¡Marchemos, marchemos!
¡Que la sangre de los impuros riegue nuestros campos!)


Las siguientes estrofas que generalmente se omiten, de la segunda a la séptima, siguen expresando la misma perspectiva siniestra y la acción necesaria para evitarla; pero reservando en la quinta estrofa un momento de compasión con los soldados enemigos que eran obligados a luchar por los déspotas de sus monarquías.

Segunda estrofa:
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"Que veut cette horde d'esclaves,
De traîtres, de rois conjurés ?
Pour qui ces ignobles entraves,
Ces fers dès longtemps préparés ? (bis)

Français, pour nous, ah ! quel outrage !
Quels transports il doit exciter !
C'est nous qu'on ose méditer
De rendre à l'antique esclavage !"

(¿Qué pretende esa horda de esclavos,
de traidores, de reyes conjurados?
¿Para quién esas viles cadenas,
esos grilletes de hace tiempo preparados? (bis)

Para nosotros, franceses, ¡ah, qué ultraje!
¡Qué emociones debe suscitar!
¡A nosotros osan intentar
reducirnos a la antigua servidumbre!)

Tercera estrofa:
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"Quoi ! des cohortes étrangères
Feraient la loi dans nos foyers !
Quoi ! ces phalanges mercenaires
Terrasseraient nos fiers guerriers ! (bis)

Grand Dieu ! par des mains enchaînées
Nos fronts sous le joug se ploieraient
De vils despotes deviendraient
Les maîtres de nos destinées !"

(¡Cómo, cohortes extranjeras,
harían la ley en nuestros hogares!
¡Cómo, esas falanges mercenarias
derrotarían a nuestros fieros guerreros! (bis)

¡Dios santo! Encadenadas por otras manos,
nuestras frentes se inclinarían bajo el yugo.
Unos déspotas viles serían
los dueños de nuestros destinos!.)

Cuarta estrofa:
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"Tremblez, tyrans et vous perfides
L'opprobre de tous les partis
Tremblez ! vos projets parricides
Vont enfin recevoir leurs prix ! (bis)

Tout est soldat pour vous combattre,
S'ils tombent, nos jeunes héros,
La terre en produit de nouveaux,
Contre vous tout prêts à se battre !"

(Temblad, tiranos y pérfidos,
oprobio de todos los partidos
¡temblad! ¡Vuestros planes parricidas
recibirán por fin su merecido! (bis)

Todos son soldados para combatiros,
Si nuestros jóvenes héroes caen,
la tierra produce otros nuevos,
¡listos para luchar contra vosotros!)

Quinta estrofa:
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"Français, en guerriers magnanimes
Portez ou retenez vos coups !
Épargnez ces tristes victimes
À regret s'armant contre nous. (bis)

Mais ces despotes sanguinaires,
Mais ces complices de Bouillé,
Tous ces tigres qui, sans pitié,
Déchirent le sein de leur mère !"

(¡Franceses, magnánimos guerreros,
asestad vuestros golpes o retenedlos!
perdonad a esas víctimas tristes,
que a su pesar se arman contra nosotros. (bis)

¡Pero no a esos déspotas sanguinarios,
esos cómplices de Bouillé,
todos esos tigres que, sin piedad,
desgarran el seno de su madre!)

Sexta estrofa:
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"Amour sacré de la Patrie,
Conduis, soutiens nos bras vengeurs
Liberté, Liberté chérie,
Combats avec tes défenseurs ! (bis)

Sous nos drapeaux que la victoire
Accoure à tes mâles accents,
Que tes ennemis expirants
Voient ton triomphe et notre gloire !"

(¡Amor sagrado de la Patria,
conduce y sostén nuestros brazos vengadores!
¡Libertad, Libertad amada,
combate con tus defensores! (bis)

¡Que la victoria, a tus voces viriles,
acuda bajo nuestras banderas!
¡Que tus enemigos, al expirar,
vean tu triunfo y nuestra gloria!)

Séptima estrofa:
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"Nous entrerons dans la carrière
Quand nos aînés n'y seront plus,
Nous y trouverons leur poussière
Et la trace de leurs vertus (bis)

Bien moins jaloux de leur survivre
Que de partager leur cercueil,
Nous aurons le sublime orgueil
De les venger ou de les suivre"

(Entraremos en la cantera
cuando nuestros mayores ya no estén,
encontraremos sus cenizas
y la huella de sus virtudes. (bis)

Menos celosos de sobrevivirles
que de compartir su tumba,
tendremos el sublime orgullo
de vengarlos o de seguirlos.)

Como vemos, la canción larga concluye entonces con una llamada a la lucha a ultranza: "Menos deseosos de sobrevivirles / que de compartir su tumba, / tendremos el orgullo sublime / de vengarlos o de seguirlos".

Cómo una canción de guerra llegó a ser el Himno Nacional de Francia

El himno de Rouget de Lisle tuvo un éxito tremendo. Sus notas vibrantes y su letra combativa se difundieron entre los soldados que marchaban hacia la frontera y, a través de su viva voz, esta canción se propagó por las ciudades y pueblos que ellos atravesaban. 

En junio de 1792, los partidos revolucionarios decidieron reunir en París una fuerza armada de 20.000 hombres para defender la capital en caso de invasión extranjera; eran los llamados "federados".

Un diputado llamado Charles Barbaroux escribió a las autoridades de su ciudad natal, Marsella, para que enviaran al menos 600 hombres. 

Provistos de una copia impresa de la canción de Rouget de Lisle, los marselleses, a lo largo de su travesía a pie hasta París que duró más de veinte días, iban cantando el himno en cada pueblo que atravesaban.

Se cuenta en una gaceta de la época: "cantan el himno con gran fuerza, y el momento en que agitan sus sombreros y sus sables, gritando todos a la vez “¡A las armas, ciudadanos!” es realmente estremecedor. Han hecho que escucharan este himno guerrero en todos los pueblos que atravesaban, y estos nuevos bardos han inspirado así en el campo sentimientos cívicos y belicosos".

Los marselleses permanecieron varias semanas en París, y en todo ese tiempo no dejaron de cantar el himno. La misma fuente dijo: "A menudo lo cantan en el Palais-Royal, y a veces en los espectáculos entre dos obras; también en lugares concurridos, como los Campos Elíseos y el Puente Nuevo". Fue entonces cuando los habitantes de París descubrieron esta maravillosa música, que llamaron "el Himno de los marselleses", y después le quedó el nombre simple "La Marsellesa" (La Marseillaise).

Este himno luego acompañó a las tropas francesas durante toda la Revolución y sus guerras derivadas contra potencias extranjeras que se oponían a ella. 

El 20 de septiembre de 1792, en la batalla de Valmy, la primera gran victoria de los ejércitos revolucionarios contra el Reino de Prusia y el Archiducado de Austria, se cuenta que el general francés Kellerman gritó: «¡Vive la Nation!», a lo que sus hombres respondieron entonando La Marsellesa.

Batalla de Valmy - 20 de Septiembre de 1792

Para los combatientes, la Marsellesa era como un amuleto. Un general escribió en una ocasión a su ministro de guerra: "He ganado la batalla, La Marsellesa combatía conmigo".

La Marsellesa emprendió así su largo camino para convertirse en Himno Nacional de Francia. 

Primeramente, el 14 de julio de 1795,  se la instituyó "canción nacional".

Sin embargo, ese camino empezado por la Marsellesa no fue sencillo en años posteriores. El carácter acérrimamente antimonárquico de la letra hizo que el himno fuera vetado bajo el Imperio de Napoleón y durante la Restauración de la monarquía borbónica al caer éste. 

Regresó fugazmente con la Revolución de 1830, pero quedó de nuevo desestimado bajo Napoleón III. 

Volvió durante la revuelta conocida como "La Comuna de París", como canción de los sublevados, y en 1879 la Tercera República le otorgó por fin la categoría de "Himno Nacional" de Francia.

En el año 1940 fue prohibido por los alemanes invasores durante la Segunda Guerra, porque era considerado como un elemento de resistencia civil a dicha ocupación alemana en el centro y norte, y al gobierno colaboracionista de Vichy en el sur de Francia. 

En 1945, con la derrota alemana y fin de la II Guerra Mundial , se volvió a restablecer. 

Finalmente, el 4 de octubre de 1958, la Marsellesa fue declarada Himno Nacional dentro de la nueva Constitución. 

Para asegurarse el aprendizaje de todos los niños franceses, la "Ley Fillon" para la reforma de la educación, adoptada en marzo de 2005, incluye la obligación de su enseñanza en la educación infantil y primaria.

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Resumen de preguntas frecuentes y respuestas de este artículo:

  • ¿Quién escribió La Marsellesa?
Fue el capitán del Ejército francés y compositor aficionado, Claude-Joseph Rouget de Lisle.
  • ¿La Marsellesa fue escrita en Marsella?
No, ese es un error al que induce su nombre actual. En realidad fue escrita en la ciudad de Estrasburgo.
  • ¿Cuál era el nombre original de La Marsellesa?
El nombre original con la que fue escrita era - Chant de guerre pour l'Armée du Rhin - (Canto de guerra para el Ejército del Rin)
  • ¿Dónde fue escrita La Marsellesa?
La canción que luego se conoció como La Marsellesa pero originalmente tenía otro nombre, fue escrita en la ciudad de Estrasburgo, en la casa del capitán Rouget de Lisle, ubicada en el 81 de la Grand Rue.
  • ¿Cuándo fue escrita y entonada por primera vez la Marsellesa?
El capitán Rouget de Lisle la compuso en solo dos días, entre el 24 y 26 de Abril de 1792, y en este último día la cantó por primera vez frente al Alcalde de Estrasburgo en la casa de este último.
  • ¿Por qué el Himno de Francia se llama La Marsellesa?
Porque iba siendo entonado con gran énfasis por un batallón de soldados marselleses en toda su travesía rumbo a París para unirse al ejército francés en la guerra contra Austria y Prusia. En todos los pueblos y ciudades por los que fueron pasando, especialmente en París, se identificó ese himno como -La canción de los marselleses- y luego simplemente -La Marsellesa-
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Fuentes consultadas:

  • Museo Histórico de la Ciudad de Estrasburgo.
  • Archivos de la Asamblea Nacional de Francia.
  • National Geographic / Historia -  Laura Manzanera.


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