Quienes crean que los túneles de París son solamente los que contienen los huesos de las catacumbas, se equivocan.
Los túneles son muchísimo más extensos (alrededor de 300 Km) y allí hay además Ciencias (Arqueología, Geología, Historia), Arte Urbano underground, y visitantes ilegales atraídos por su halo de misterio. Todo eso se los cuento aquí.
Muy antiguamente, las Catacumbas y el resto de los túneles, eran canteras de extracción de piedra caliza, yeso y arcilla para la construcción.
En los túneles de París hay secretos que no se pueden visitar.
De los aproximadamente 300 Km de longitud que tienen todos los túneles registrados hasta la fecha, solamente se pueden visitar 1,5 Km, y de ellos sólo 800 metros tienen huesos y cráneos de alrededor de 6 millones de parisinos que estuvieron antes enterrados en cementerios de la ciudad, y fueron reubicados por reordenamientos urbanos.
Al trasladarse los restos de los difuntos, la Iglesia antes santificó el lugar y oficialmente recibieron el nombre de "Catacumbas".
También fueron usadas como escondite durante la Revolución Francesa; ya sea de los revolucionarios en los intentos iniciales para ocultarse de los monárquicos que los perseguían; o luego como escondite y huida de los monárquicos cuando triunfó la Revolución.
Igual uso le dio la Resistencia Francesa durante la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial; y curiosamente también se descubrió un bunker alemán para protegerse de las bombas que pudieran caerles cuando estaban por ser derrotados.
Pero la historia de las canteras que precedieron a las Catacumbas empezó mucho antes. En ellas se ha descubierto un acueducto romano, e incluso fósiles prehistóricos; como les contaré en este artículo.
Primero veamos una rápida cronología que siguieron hasta el presente.
Cronología de las canteras y catacumbas de París
- Hace 53 millones de años: termina la sedimentación, lo que hoy es París y sus alrededores eran una extensa llanura pantanosa.
- Hace 47 millones de años: invasión marina del norte de la actual Francia, aplanado por la erosión. Comienza la formación de las capas hoy denominadas lutecianas.
- Siglo I: primeras canteras a cielo abierto hechas por los romanos, que apreciaron la calidad de las rocas obtenidas.
- Siglo XIV: al agotarse las canteras a cielo abierto, se comienzan las primeras canteras subterráneas.
- 1774: grave hundimiento en la Rue Denfert-Rochereau, un socavón de 300 metros produce muertos y destrucción.
- 15 de septiembre de 1776: un Decreto de Luis XVI prohíbe definitivamente cualquier extracción de materiales bajo la vía pública.
- 4 de abril de 1777: Luis XVI crea la Inspección General de Canteras, encargada del relevamiento y protección de las canteras parisinas, nombrando a su cargo al Arq. Charles Axel Guillaumot.
- 1780: El cementerio de los Santos Inocentes es cerrado por las Autoridades.
- 7 de abril 1786: bendición y consagración de las canteras de Tombe-Issoire, que se convierten en osario municipal con el nombre de "Catacumbas".
- 1787-1814: Los huesos de los cementerios parroquiales de París se trasladan a las catacumbas.
- 1809: el osario se abre al público con cita previa.
- 1810-1814: El inspector Héricart de Thury acondiciona y ordena el osario.
- 1860: últimos depósitos de huesos con motivo de las obras de urbanismo del Barón Haussmann.
- 2002: La gestión de las Catacumbas se vincula al Museo Carnavalet – Historia de París.
- 2017: Se inaugura la nueva salida y la tienda-librería.
- 2019: Se inaugura la nueva entrada y un espacio de comunicación en el restaurado Pabellón Ledoux.
Ciencia en los Túneles de París
Entre el nivel de la calle y el de los túneles y catacumbas, hay diferentes capas de roca que muestran la historia geológica de alrededor de 45 millones de años.
En esa edad geológica (Eoceno), París y sus alrededores se encontraban sumergidos bajo un mar tropical. Recordemos que mucho antes, hace aproximadamente 335 millones de años, existió un único supercontinente llamado "Pangea", ubicado alrededor del Ecuador, el cual luego con el paso de los millones de años se fue fracturando.
Esos fragmentos se siguen separando lentamente hasta el día de hoy. En algún punto de esta larga deriva continental, hace 45 millones de años, la placa tectónica de Eurasia sobre la que está París pasaba aproximadamente por el trópico de Cáncer rumbo al Noreste; momento en que el mar invadió la tierra lisa de París y fue dejando en su fondo los restos de invertebrados típicos de los mares tropicales.
En el lecho marino se fueron acumulando varios metros de lodos y sedimentos, que luego se fueron calcificando al pasar el tiempo. El nivel de las catacumbas y del resto de las canteras se corresponde al estrato calizo que representa el periodo "Luteciano"; nombre que hace un homenaje a cómo se llamaba la ciudad de París en la época romana: Lutecia; pero que obviamente no tiene ninguna relación cronológica con ella.
Con una antigüedad de entre 48 y 40 millones de años, esta capa geológica está distribuida entre el Luteciano superior, medio e inferior. Las canteras están en los niveles superior y medio, pero en el interior del recorrido del osario hay un pozo de agua al que se llamó "baño de pies de las canteras" que desciende hasta el nivel inferior.
Exactamente en este lugar es donde se identificaron todos los estratos de la capa, y por eso se convirtió en un referente internacional sobre secciones geológicas.
Así, el Luteciano tiene una gran diversidad de restos fosilizados de fauna marina. Entre las criaturas que se catalogaron está el gasterópodo más grande conocido, el "Campanile Giganteum", que mide unos 70 cm de largo.
Al retirarse progresivamente el mar, quedaron depósitos ricos en fósiles en las capas calcáreas, como cerítidos y gasterópodos.
La capa luteciana también marcó el origen de la paleontología moderna de los animales invertebrados, gracias al trabajo de Jean-Baptiste-Pierre-Antoine de Monet, caballero de Lamarck, (más conocido como Lamarck); quien recopiló más de mil especies de fósiles marinos de la cuenca parisina.
Este naturalista propuso en 1809 una primera teoría de evolución, que no fue considerada, pero que medio siglo después fue rescatada y complementada con la "Selección Natural" por Charles Darwin al escribir su célebre teoría "La Evolución de las Especies".
Utilidad de las canteras de París
Bajo París hay una gran variedad de sedimentos que han servido desde la Antigüedad para abastecer grandes cantidades de materiales de construcción, como la arena, la arcilla, el yeso y el gres. Pero la estrella fue la capa calcárea luteciana, llamada "Piedra de París", la que más se utilizó en la construcción hasta comienzos del siglo XX.
Esta piedra de alta calidad comenzó a explotarse desde la Antigüedad en canteras a cielo abierto de los afloramientos naturales del valle del Bièvre, y se usó para construir los monumentos romanos de Lutecia.
Tras un parcial abandono en la primera época Merovingia, se reanudó la extracción durante la Edad Media, cuando se hicieron las grandes obras de construcción de las principales iglesias parisinas, las murallas de la ciudad y el Palacio del Louvre. Notre-Dame, Saint-Sulpice, Saint-Germain des Près, La Tour Saint-Jacques, etc; están todas hechas con esas piedras.
Fue su calidad la que permitió hacer estas maravillas góticas que perduran tantos siglos.
[Cito y traduzco el texto de Jean Pierre Gély en la imagen precedente]:
Un subsuelo muy rico
El plegamiento tras el levantamiento de los Pirineos saca a relucir la piedra caliza luteciana por encima de la napa freática, y la hace accesible en el valle del Bièvre: aquí es donde los habitantes explotan sus primeras canteras.
El subsuelo de París, desde las orillas del Sena y el Bièvre, hasta las cimas de las colinas de Buttes-Chaumont, Montmartre y Belleville, ofrece a los constructores de la Antigüedad, rocas extremadamente variadas:
- Arenas para mortero y cristalería,
Las canteras antiguas, al irse agotando, evolucionaron progresivamente hacia una explotación subterránea que implicó la excavación de galerías para llegar a las capas más inaccesibles en la roca. En algunos puntos hay 3 niveles de explotación subterránea, o más. Pero aún París no había crecido lo suficiente como para superponerse sobre las canteras subterráneas.
Para sostener los techos de las galerías se colocaban pilares hechos en el lugar con la misma piedra, y en el siglo XV se empezó a usar un sistema de pozos para subir la piedra con mayor facilidad.
Los inmensos y pesados bloques de piedra que se cortaban de las primeras canteras en superficie y del primer nivel subterráneo, eran sacados al exterior con caballos y carretas.
Los del segundo nivel algunas pocas veces también, siempre y cuando se pudieran construir entre el segundo y el primer nivel, y de este al exterior, largos túneles con pendiente suave y dimensiones apropiadas para que pudieran caber las carretas, y los caballos no muriesen de agotamiento ni se paralizaran de terror (¡pobres animales!).
Cuando la demanda de piedras fue creciendo, se cavó más profundo. En el 3er nivel, a unos 30 metros bajo el nivel de la calle (es decir, como un edificio de 10 pisos), ya no podían usarse caballos ni carretas. Entonces, ¿Cómo sacaban los bloques?.
Se fabricaban gigantescas ruedas de madera, como poleas de gran diámetro, sobre la cual un obrero pasaba su jornada caminando como un hámster; a la que se ataban las sogas con las que las piedras de sacaban por agujeros verticales.
Así, por la ganancia de fuerza y disminución de velocidad de la polea, un trabajador de 80 Kg podía levantar lentamente hasta la superficie un bloque de piedra de 1 Tonelada.
Las piedras con las que se construyó la Catedral de Notre-Dame hace más de ocho siglos, eran llevadas muy eficientemente desde las canteras del Sudeste usando barcazas que navegaban por el Río Bièvre, que hoy está entubado, y que desemboca en el Sena. Por él llegaban hasta la Île de la Cité.
Todo el recorrido con la carga era "aguas abajo", por lo que lo hacían fácilmente. Gracias a esta ventaja logística, la catedral de Notre-Dame de París se construyó dos veces más rápido que cualquier otra catedral francesa de igual envergadura.
El peligro de las canteras de París
Luego del Siglo XVII la Ciudad de París se fue expandiendo muy rápido sobre el terreno de canteras muy antiguas, las cuales en los últimos dos siglos habían sido abandonadas y olvidadas, sin ser registradas.
En diciembre de 1774 ocurrió en la rue d'Enfer (calle del Infierno) un enorme colapso de una cantera, que se tragó las viviendas de la superficie en cientos de metros a la redonda. Esto hizo recapacitar a los ciudadanos y autoridades respecto al peligro latente sobre el que vivían.
Luis XVI, el último Rey de Francia, en el año 1777 nombra al Arq. Charles Axel Guillaumot "Inspector General de Canteras de París" para explorarlas, estabilizarlas y cartografiarlas. No en vano se lo reconocería luego a Guillaumot como "el Salvador de París".
Ya en ese momento el poder absoluto del rey había menguado en favor de los ciudadanos representados, entonces el dueño de un terreno también lo era del sótano y subsuelo. El organismo estatal (la Inspección General de Canteras) sólo se encargaría de consolidar los vacíos de las canteras ubicadas bajo la vía pública, que eran el dominio del rey.
Guillaumot tenía una sólida experiencia en consolidación de vacíos subterráneos, y estableció los principios de las operaciones de consolidación. A partir de 1779 eligió un sistema de refuerzo que era un verdadero plan urbanístico subterráneo.
Decidió no avanzar más por las galerías heredadas de los antiguos canteros, porque ya no estaba satisfecho con los pocos vacíos conocidos o encontrados. Sabía que debía haber más.
Toda cantera o mina de cierta envergadura, está compuesta por los pasillos o túneles de tránsito de obreros y elementos, y por los espacios de extracción del mineral.
Estos últimos espacios, cuando no había más material para extraer, muchas veces quedaban vacíos sin rellenarse y, para peor, se tapiaba su acceso desde los pasillos, por lo que quedaban invisibles y eran inmensas "burbujas de vacío" que representaban el mayor riesgo para la ciudad.
Entonces Guillaumot excavó calles subterráneas debajo de las principales calles y avenidas en la zona. Estas nuevas calles subterráneas fueron reforzadas en su techo mediante arcos y vigas.
Se perforaron dos (2) galerías paralelas a la vertical de las fachadas de las casas, una a cada lado de cada calle elegida, dándole así a los propietarios privados un acceso a sus terrenos subterráneos, para que pudieran analizar si había vacíos debajo de sus propiedades, y realizar los trabajos necesarios para su consolidación.
Entre las cosas sorprendentes que fue encontrando Guillaumot al excavar las nuevas galerías, dando aviso a los científicos pertinentes, figura un sólido acueducto romano del Siglo II.
Estas nuevas galerías principales luego se cruzaron con galerías transversales, y el espacio intermedio se rellenó sistemáticamente, creando una red subterránea de soporte en todas las áreas riesgosas de la ciudad.
En cada galería se pusieron placas indicando los nombres de las calles que pasaban por la superficie, su numeración y su orientación (este, oeste, norte, sur). En más de dos siglos de trabajo, los equipos de la Inspección General de Canteras hicieron que los vacíos subterráneos de París sean uno de los más notables conjuntos arquitectónicos de Francia.
Guillaumot realizó un mapa gigante extraordinario, marcando muchísimas canteras y túneles de París, aunque no se descarta que existan más que no se encontraron aún. En la siguiente imagen se ve a los Profesionales de la Inspección General de Canteras mostrando ese gran mapa.
La "Inspección General de Canteras" que dirigió por primera vez Guillaumot sigue prestando un servicio crítico a la Ciudad, garantizando la estabilidad del suelo parisino.
Los antiguos trabajadores de las canteras, cada cierta distancia colocaban pilas de piedras, a modo de columnas para evitar derrumbes, pero que estaban pensadas para durar el tiempo necesario de las obras de extracción y poco más...
Recordemos que antes la ciudad no llegaba hasta ahí, entonces no les preocupaba si en el futuro lejano había un derrumbe, total arriba era un descampado y ellos ya no estarían... Pero París creció...
Muchas veces, incluso hasta hace pocas décadas (1961), la ciudad tuvo que pagar con hundimientos del suelo, derrumbes, muertos y heridos; el precio por la sobreexplotación de su subsuelo durante tantos siglos.
Funciones de la Inspección General de Canteras de París
- La exploración, reconocimiento con sondeos y trabajos de estabilización subterráneos.
- Puesta al día de las publicaciones de los mapas geológicos de la zona.
- Examen y control de peticiones de nueva construcción.
- Entrega de toda la documentación recogida sobre el subsuelo a los constructores.
La construcción de una casa, el trazado de un ramal del Metro, de canalización, etc., todo debe ir precedido de un intenso estudio del subsuelo; consistente en trabajos de prospección, sondeos, extracción de muestras inalteradas, ensayos de Laboratorio, etc.
Existe una prohibición total de construir en la zona parisiense sin sujetarse y obligarse a realizar los trabajos que dicha Inspección prescribe, y que están en consonancia con la construcción proyectada.
Es tal el rigor con que obliga a observar sus disposiciones la Inspección, que puede sustituir a los particulares para ejecutar por cuenta de ellos los trabajos prescritos, y a tal fin posee brigadas de especialistas que a veces trabajan ininterrumpidamente día y noche.
El cumplimiento de las Ordenanzas actuales es muy duro pero necesario, y a veces resulta que un solar carece de valor porque los precios de los trabajos de consolidación de las canteras sobre las cuales se va a construir, son de tal magnitud que encarece enormemente la edificación posterior que se pretenda realizar.
Debido a la naturaleza de la roca, las canteras de caliza o creta en general se conservaron mejor que las de yeso. Estas últimas se encontraban descuidadas y en muy mal estado, especialmente por la erosión de las muchas aguas subterráneas erráticas que existen bajo París.
Los jóvenes desobedientes que desafían el peligro en los túneles prohibidos
El riesgo "no nulo" de derrumbes es una de las razones por las cuales desde 1955 es ILEGAL que los particulares ingresen a los "túneles prohibidos"; riesgo que sigue estando a pesar del esfuerzo constante de los especialistas en el refuerzo estructural, que en el último medio siglo ha sido muy exitoso, pues no se produjeron más hundimientos de importancia en el suelo parisino.
Otra causa de la prohibición es la gran cantidad de jóvenes que SE PIERDEN en ese inmenso laberinto de túneles, a pesar que en el ambiente "underground" se consiguen mapas que ellos mismos fueron relevando con mucho detalle, y se los comparten actualizados por las redes sociales.
Incluso en muchos túneles existen carteles indicando la calle de la ciudad que está encima, para mejor orientación; algunos son los que instaló Guillaumot, y otros los escribieron ellos mismos.
También hay negligentes que se quedan sin baterías en las linternas y no tienen medios alternativos para iluminarse, perdiéndose en una terrible oscuridad.
Otros ingresan a los túneles inundados, sin tener botas y pantalones de goma impermeables, pudiendo sufrir hipotermia; o descuidadamente pueden caer en alguno de los profundos pozos circulares que hay a los costados de los túneles (por los que se subían las piedras extraídas), que no se ven porque también están llenos de agua y llegan hasta niveles inferiores que también están totalmente inundados...
No faltará el chiflado que pretenda meterse con un traje de buzo por esos agujeros para ver qué hay más abajo...
La última causa es que, algunas personas sin experiencia en espeleología, intentan pasar por huecos extremadamente angostos y quedan atascados, pudiendo sufrir ataques cardíacos por pánico, especialmente si van solos.
Aleatoriamente una sección especial de la Policía recorre los túneles, toma los datos y multa con 60 Euros a cada infractor que encuentra, o a su padres si son menores de edad. No se qué les hacen a los reincidentes, supongo que deberían aplicarles una multa mucho mayor...
A pesar de todos los riesgos narrados en el párrafo anterior, cientos de jóvenes "catáfilos" (amantes de las Catacumbas) ingresan diariamente a los túneles prohibidos, usando entradas secretas que ellos mismos descubren y se comparten, hasta que la Policía las va clausurando a medida que se entera de su existencia.
Este es otro riesgo adicional para el infractor: que la Policía justo cierre una entrada clandestina cuando un poco antes alguien ingresó por allí, y ya no podrá salir por esa entrada que él conocía, debiendo buscar otra... Ojalá tenga el mapa...
A pesar del continuo trabajo de las Autoridades, siempre surgen nuevas entradas clandestinas. En las siguientes cinco fotos muestro dos de las muchas entradas, pero sin dar detalles de su ubicación exacta porque su uso es ilegal. Una está dentro de un túnel ferroviario abandonado, y la otra en una alcantarilla aparentemente común de "alguna calle de París". 😇
También están diseminadas por las calles de las zonas de canteras unas tapas de alcantarillas "oficiales", para que accedan solamente los trabajadores de la Inspección de Canteras, rotuladas con la sigla I.D.C.; pero éstas suelen estar más vigiladas y difícilmente puedan ser usadas por los "catáfilos" sin ser descubiertos.
Es probable que las autoridades hayan instalado sensores remotos para alertar sobre intrusiones por ellas.
Una ciudad subterránea clandestina
La Comunidad de "Catáfilos" (amantes de las Catacumbas) crece permanentemente, y también vienen de otros países.
Incluso realizan servicios pagos de visitas guiadas (ilegales) para otros novatos, aconsejándolos de llevar botas largas porque habrán de caminar por muchos túneles que están inundados, elementos básicos de supervivencia, linternas con muchas baterías, cascos, etc; y también "responsablemente" (¿?) los previenen sobre ataques de claustrofobia y otros accidentes comunes de los novatos.
Nobles consejos, pero toda la actividad es ilegal.
Allá abajo hay todo tipo de túneles, desde los amplios y rectos donde se puede caminar erguido (generalmente son las galerías que construyó Guillaumot, o túneles principales de las antiguas canteras); pasando por otros donde se puede caminar agachado entre curvas y bifurcaciones; hasta otros que en realidad son huecos extremadamente angostos, cavados vaya a saber por quién, y donde muchos se quedan atascados.
A lo largo de los años, en estos túneles y los grandes huecos descubiertos, los jóvenes de todas las épocas han desarrollado desde reuniones sociales inocentes para beber y escuchar música o ver películas (con conexiones clandestinas a cables de electricidad de farolas de la superficie), hasta reuniones para drogarse, tener "sexo aventura", e incluso fiestas negras de adoración al Diablo...
Aunque también hay muy buenos pintores que van dejando sus huellas en lindos murales de "Arte Urbano Subterráneo".
Existen mesas y sillas de piedra, construidas por los antiguos canteros para los momentos de la comida.
También hay piletas de agua surgente natural.
Tienen un cine; en cuyas paredes pintaron escenas de varias películas famosas y en una proyectan sus videos.
No les falta una "playa artificial", con palmeras y olas pintadas, y una parrilla para asar.
Los jóvenes también designaron algunos socavones como dormitorios y hasta baños.
La entrada para visitas de las catacumbas se encuentra en el n°1 de la avenue du Colonel Henri Rol-Tanguy (place Denfert-Rochereau); obviamente me estoy refiriendo a las "catacumbas legales", las que tienen el osario.
Preguntas Frecuentes:
1) ¿Cuánto miden los túneles de París?
Sumando todos los túneles construidos bajo la ciudad de París, la longitud alcanzada es de alrededor de 300 Km.
2) ¿Se pueden visitar los túneles de París?
Del total de 300 Km de túneles y galerías subterráneas, solamente se pueden visitar unos 1,5 Km que corresponden a las turísticamente conocidas Catacumbas de París, de los cuales 800 m contienen los huesos propiamente dichos, y otros 700 m son galerías conexas dentro del sector visitable. Todo el resto de túneles es de accesso restringido, y allí solo ingresan legalmente los Inspectores de Canteras de París para verificar la estabilidad de las estructuras de soporte del suelo parisino, ordenando los mantenimientos que hagan falta. No obstante, cada vez más personas se internan clandestinamente por entradas secretas que conocen en distintos puntos de París.
3) ¿Qué hay en las Catacumbas de París y en el resto de los túneles?
En las catacumbas visitables solamente hay huesos humanos traídos entre los siglos XVIII y XIX desde muchos cementerios de París, que se vaciaron y cerraron a raíz de las modificaciones urbanas realizadas. En los extensos túneles restantes, existen desde acueductos del Imperio Romano del Siglo II dC, mesas y sillas talladas en la misma piedra de las canteras por obreros medievales del Siglo XIV; aguas subterráneas que a veces los inundan, fósiles marinos de hace 45 millones de años, y muchas pinturas realizadas por los jóvenes que ingresan y los recorren clandestinamente, a pesar del peligro y prohibición de hacerlo.
4) ¿Hay peligro de derrumbes en París por culpa de los túneles?
5) ¿Quién fue El Salvador de París?
Ese apodo se le otorgó al exitoso Arq. Charles Axel Guillaumot, el primer Inspector General de Canteras de París, designado por el Rey Luis XVI en 1777 para explorarlas, cartografiarlas integralmente, y estabilizarlas; cuyo trabajo sistemático y minucioso sorprende hasta los actuales profesionales que observan los mapas que él dejó.
CONCLUSIÓN:
Por todo esto que les relaté en este artículo, la próxima vez que alguien les diga que "en las catacumbas de París solo hay un montón de huesos"... Mírenlo de reojo y, con un gesto (mezcla de compasión y desdén), respóndanle: "Eso es únicamente lo que te permiten ver..."
ATENCIÓN: Este blog NO RECOMIENDA ingresar a los túneles prohibidos, porque es PELIGROSO e ILEGAL.
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Fuentes consultadas:
- Imágenes y textos traducidos del Documental "Les gardiens du Paris souterrain" del canal FRANCE 5 de la TV francesa.
- Marc Viré, Arquéologo del Institut National de Recherches Archéologiques Préventives.
- Jean Pierre Gély, Geólogo Estructural del Musée National d'Histoire Naturelle de Paris.
- Fernando Oliveros Rives, Ingeniero de Caminos de París - Revista de Arquitectura n°45 de 1962.
- Documentos y mapas de la Inspection Générale des Carrières, Paris, France.
- https://www.catacombes.paris.fr/
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