El Château de Chenonceau


En nuestra última estadía en París hicimos una excursión a los castillos del Loira (Châteaux de la Loire), visitando el de Chambord por la mañana y el de Chenonceau por la tarde.

De este último se trata esta nota de turismo histórico. Lo invito a visitar el Castillo de Chenonceau conmigo, leyendo su interesante historia.


Château_de_Chenonceau

Descripción general del Château de Chenonceau

Le Château de Chenonceau se encuentra en la zona del valle del río Loire, y lo llaman "el castillo de las damas" por su refinada elegancia y porque, durante su historia, varias mujeres fueron sus conductoras.

Es uno de los más chicos de Francia; sin embargo, su bella imagen reflejándose sobre el río Cher y la historia del castillo de Chenonceau, fascinan a sus visitantes.

Está construido como un puente sobre el río Cher, que es uno de los afluentes del Loira. El río Cher es muy tranquilo, como un lago la mayoría de los días, y refleja la figura blanca de las arcadas de piedra y de las torres del castillo, formando una imagen inolvidable sobre el agua.


Château_de_Chenonceau

El estilo refinado que tiene este castillo hizo que se popularizara como "el castillo de las damas"; pero esa no es la única razón por la que recibió este sobrenombre.


Château_de_Chenonceau

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Historia del castillo y las Damas de Chenonceau.

A través de los siglos, varias poderosas mujeres construyeron este castillo de Chenonceau, lo mantuvieron, expandieron, amaron, lucharon por él, y le dieron trascendencia hasta nuestros días.

A continuación menciono algunas de ellas y sus roles en la historia del castillo de Chenonceau.

1. Katherine Briçonnet, primera dama en el castillo de Chenonceau.

Katherine Briçonnet fue la primera de las damas del castillo de Chenonceau. Su marido y ella compraron la propiedad en 1496 y sustituyeron el viejo castillo medieval y el molino que había, por un nuevo castillo.

Katherine supervisó todos los detalles de la construcción, porque su marido se encontraba fuera trabajando para el Rey.

2. Diana de Poitiers, la amante de Enrique II de Francia.

Posteriormente este castillo pasó a ser propiedad del rey Enrique II de Francia; en cuya vida hubieron dos mujeres importantes y archienemigas: su esposa Catalina de Médici, y su amante Diana de Poitiers.

Enrique II le dio el pleno control del castillo de Chenonceau a su amante, lo cual enfureció a su esposa, la Reina, quien no pudo oponerse mientras el Rey viviese.

Diana mostró su inteligencia para los negocios y desarrolló una exitosa granja en el castillo, que actualmente sigue funcionando.

granja del castillo de Chenonceau

granja del castillo de Chenonceau

entrada al castillo de Chenonceau

Con las ganancias de la granja del castillo, pudo hacerle ampliaciones, y los más bellos jardines de aquellos años. También hizo construir el puente sobre el río Cher que se ve actualmente.


jardines del castillo de Chenonceau

jardines del castillo de Chenonceau

castillo de Chenonceau

3. Catalina de Médici, la esposa de Enrique II.

Obviamente, al día siguiente de morir Enrique II, su esposa y reina Catalina de Médici expulsó a Diana de Poitiers del castillo, y tomó su control. Otros dicen que fue apenas a los 5 minutos, y que el griterío se escuchaba desde París... 😄

Catalina construyó su propio jardín en el lado opuesto del castillo. También agregó dos galerías al puente que había construido Diana.

En ellas ubicó múltiples objetos de arte, y les imprimió el toque personal de la poderosa Familia Médici (ver por ejemplo las letras dobles espejadas que usaba la dinastía de los Médici, y que muestro en las fotos de una estufa y en las baldosas del piso original).


marcas de la Familia Médicis en Chenonceau

marcas de la Familia Médicis en Chenonceau

Galería Médicis en el Château de Chenonceau

Además reservó un terreno dedicado a la sericultura, y produjo una seda de excelente calidad que se hizo famosa en todo el mundo, y fue conocida como "la tela de la reina".

4. Louise Dupin: la mujer que salvó el castillo.

Otra de las mujeres importantes en la historia de Chenonceau fue Louise Dupin; dado que consiguió evitar la destrucción de este hermoso castillo.

Fue cuando, durante la Revolución Francesa, los revolucionarios querían demolerlo por ser un símbolo de los lujosos excesos de la realeza.

Entonces Dupin les recordó que muchos de sus héroes e intelectuales revolucionarios: Voltaire, Rousseau, etc; (que no eran tontos y disfrutaron la belleza del lugar), se habían alojado allí; y así logró salvar el castillo.

5. El matrimonio Menier: cuando Chenonceau funcionó como un hospital.

A principios del siglo XX, el horror de la guerra llegó a Chenonceau.

La solidaria familia Menier, convirtió el castillo en un hospital para atender los heridos de la Primera Guerra Mundial.

Se creó un quirófano, y se introdujeron más de 120 camas para internar a los heridos. La familia Menier pagó todos los gastos y ayudó a 2254 soldados heridos.

A continuación muestro la foto que tomé a una placa que recuerda ese hecho. Simone Menier era la enfermera jefe y dirigió el hospital junto a su marido.

el castillo de Chenonceau como hospital

Luego, durante la II Guerra Mundial, Chenonceau jugó un papel importante en la resistencia francesa.

En junio de 1940 Francia perdió una batalla decisiva y fue invadida por los alemanes, dividiéndose en dos. La línea que separaba el territorio francés controlado por los nazis, del "supuestamente libre" de Vichi, pasaba por el río Cher.

Una parte del puente estaba controlada por los nazis pero el castillo era libre.

Aunque frecuentemente los guardias alemanes patrullaban el río, Simone disimuladamente abría las puertas de las galerías del puente en los momentos que los guardias se alejaban.

Así ayudó a cientos de judíos y miembros de la Resistencia Francesa a escapar de las persecuciones nazis.


Château de Chenonceau sobre el río Cher

El gato "Noisette" del Château de Chenonceau

La mascota de uno de los cuidadores del castillo merece un comentario final: se trata del gato "Noisette" ("avellana" en francés, seguramente debido a su color); del cual pusieron una foto en el cartel de la entrada de turistas, con un aviso que significa: "Atención perros, yo soy un gato guardián".

Es para recordar las reglas que deben cumplir aquellos turistas que entren con perros al castillo (es algo común en Francia que las personas lleven a todos lados sus perros, incluso a restaurantes).

Las reglas del castillo (que es privado), estipulan que el dueño del perro, cuando ingresa al edificio, lo lleve alzado. En cambio en los jardines puede caminar junto a su amo atado por una soga.


cartel del gato Noisette a la entrada de Chenonceau

La historia del Château de Chenonceau es apasionante, gracias a la incesable lucha y dedicación de las mujeres que vivieron en él.


Château de Chenonceau


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