Un gran hallazgo arqueológico en Saint-Denis


En el año 1959 el Arqueólogo Michel Fleury descubrió algo asombroso bajo el subsuelo más profundo de la cripta de la Basílica de Saint-Denis.

Cuando el turismo apurado y naif se corre de la escena, y deja paso a la investigación histórica y arqueológica como la que aquí les traigo, el resultado es un documento que los va a maravillar a los interesados en estos temas.

Esta es una de las grandes historias de Francia que encontrarán en este blog.


Michel Fleury descubrió la tumba de la Reina Arnegunda


Antecedentes de la Basílica de Saint-Denis

Recordemos que, tal como relaté en mi artículo completo sobre la Historia de la Basílica de Saint-Denis, dicho templo, donde reposan los Reyes y Reinas de Francia, fue construido sobre otras iglesias precedentes, mucho más antiguas, que datan desde los Siglos V y VI, las que a su vez fueron edificadas sobre el antiquísimo cementerio de la época del Imperio Romano donde fue enterrado Saint-Denis luego de su decapitación en el Siglo III.

Santa Genoveva en el Siglo V hizo construir la primera capilla sobre la tumba de Saint-Denis, con la misma orientación que ésta.

Los secretos de Saint-Denis.

Según nos relató Serge Santos, responsable de los Servicios Culturales de Saint-Denis, bajo la cripta existen dos y hasta tres niveles de sarcófagos, no accesibles al público, que datan desde finales de la Galia Romana (fines de la Edad Antigua), y luego de la Galia Merovingia (principios de la Edad Media), cuando los Francos procedentes de la Baja Renania (hoy Alemania) ingresaron al territorio de la Galia, instaurando su Dinastía Merovingia.

Plano de las ampliaciones de Saint-Denis

Subsuelo de la cripta de Saint-Denis

Para situarnos en el tiempo, los Merovingios reinaron aproximadamente entre los años 450 y 750 d.c., es decir entre la caída del Imperio Romano de Occidente y el comienzo de la Dinastía Carolingia que los continuó, instaurada por Pipino el Breve y luego exitosamente conducida por su hijo, el famoso Carlomagno a partir del año 800.

Pero volvamos a los Merovingios. La gran mayoría de esos enterramientos profundos bajo Saint-Denis ocurrieron en los siglos VI y VII, y son mayoritariamente de mujeres de la aristocracia Merovingia.

Recordemos que aquella dinastía, fundada por Meroveo, abrazó el cristianismo a partir de su nieto el rey Clodoveo I (en francés: Clovis), quien fue el primer rey de los francos convertido del paganismo al cristianismo, lo que ocurrió hacia el año 496.

Esto pasó luego que el rey oró por primera vez al Dios cristiano, y logró vencer prodigiosamente a los alamanes en la batalla de Tolbiac, que estaba casi perdida; gracias a una flecha milagrosa que mató a su líder y las tropas alamanes se desbandaron.

A partir de entonces, las personas nobles merovingias fueron abrazando masivamente la fe de Cristo, siendo sepultadas dentro de templos cristianos; y los plebeyos en otros cementerios cristianos comunes.

Clodoveo I en el año 508 eligió a París como la nueva capital del Reino Franco, luego de Tournai y Soissons; y alrededor de 509 logró expulsar a los visigodos que ocupaban el sur de la Galia, quienes se replegaron a la Península Ibérica, con excepción de una franja costera remanente en la Septimanía.

Clodoveo (Clovis), gracias a su nueva fe cristiana, tuvo todo el apoyo del Clero Romano en sus luchas contra los visigodos que eran de religión arriana.

Este fuerte vínculo del Reino Franco (y de los sucesivos Reinos de Francia) con la Iglesia Católica Apostólica Romana, perduró a través de los siglos. Los arrianos eran cristianos del siglo III que rechazaban el dogma de la Trinidad. El Primer Concilio de Nicea en 325 decidió por mayoría que la doctrina arriana era herética.

En homenaje a aquel primer rey cristiano (Clovis), muchos reyes franceses se llamaron “Luis” (Louis), que es la forma moderna de “Clodoveo” (Clouis).

El descubrimiento arqueológico paso a paso.

Habiendo retomado en 1957 las excavaciones de Edouard Salin en el subsuelo de la Basílica de Saint-Denis, transcurría el año 1959 cuando Michel Fleury encontró un sarcófago (al que numeró como N° 49 entre los que iba descubriendo), el cual contenía una inhumación femenina excepcional por la calidad de su ataúd, la conservación de los huesos de su esqueleto, un pulmón momificado, joyas, hebillas de un cinturón, y restos orgánicos correspondientes a su ropa con pigmentos que hasta permitieron descubrir sus colores.


Excavaciones arqueológicas de Michel Fleury

Excavaciones arqueológicas de Michel Fleury

Excavaciones arqueológicas de Michel Fleury

Excavaciones arqueológicas de Michel Fleury

Excavaciones arqueológicas de Michel Fleury

Fleury muestra las joyas de la Reina Arnegunda

Entre las joyas se encontró un anillo de oro que tiene grabado el nombre ARNEGVNDIS alrededor de un monograma central leído como REGINE.


Anillo de oro de la Reina Arnegunda

La traducción del monograma central es la siguiente:


traducción del monograma del anillo de Arnegunda

Gracias a este anillo la difunta fue identificada como la Reina Arégonde, mencionada por el obispo e historiador Gregorio de Tours (538-594) en su obra "Histoire des Francs" como una de las esposas de Clotario I (511-561), y madre de Chilperico I.

En dicho texto se relata que la reina Ingonde, le pidió a su marido, Clotaire I (Clotario I), que buscara para su hermana Arégonde un marido digno de su rango; entonces Clotario I decidió casarse con la más joven Arégonde (su quinta esposa), desplazando a un segundo lugar a su hermana Ingonde. En 534, Arégonde dio a luz a Chilpéric Ier (Chilperico I de Neustria). Neustria era uno de los antiguos territorios francos, ubicado al Noroeste de la actual Francia.

Podemos decir entonces que este anillo de oro constituye la "Carta de Identidad Francesa" más antigua.

Arnegonda, Arnegunda, Arnegundis, Aregund, Aregunda, Arnegunde (en su origen franco germánico), o Arégonde o "Arnegonde de Worms" (en francés, donde Worms es la ciudad de la actual Alemania donde nació); son los diferentes nombres con los que se la llama en distintos textos.

Ella nació alrededor de 516 y murió entre 574 y 580 d.c.

Aregonda es la primera reina conocida que fue enterrada a su pedido en la vieja iglesia de Saint-Denis del siglo VI, por ser ferviente devota de dicho santo, y a pocos metros de la tumba de éste. Ni su esposo el rey Clotario I, ni su hijo Chilperico I, ni su nieto Clotario II fueron enterrados allí, dado que lo hicieron en otros templos cristianos. 

Recién su bisnieto Dagoberto I fue el primer rey merovingio que ordenó ser enterrado allí cuando falleciese, lo que ocurrió en el año 638; y durante su reinado realizó importantes ampliaciones al templo, fundando una Abadía y Monasterio Real.

A partir de Dagoberto, los siguientes reyes y reinas de Francia continuaron la costumbre de elegir Saint-Denis como última morada.

Arnegunda fue entonces la primera persona de rango Real en ser sepultada en el Siglo VI en la que hoy es la Basílica de Saint-Denis. Falleció cuando tenía alrededor de sesenta años, una edad bastante avanzada para aquella época.

Por la reconstrucción del esqueleto se sabe que medía aproximadamente 1,55 metros y que cojeaba, presumiblemente como secuela de una poliomelitis. Esta reconstrucción y análisis del esqueleto se efectuó en el Museo de Arqueología Nacional (MAN), ubicado en el castillo de Saint-Germain-en-Laye.


Castillo Saint-Germain-en-Laye

Antropóloga del Museo de Arqueología Nacional

Los cuerpos de los nobles merovingios yacían en sarcófagos de piedra costosos, adornados con cruces que demostraban el éxito del cristianismo en la sociedad merovingia.

Los fallecidos eran enterrados con trajes y vestidos lujosos adornados con bordados de oro, joyas de oro y plata, y accesorios. Las joyas de Saint-Denis muestran la atracción de la aristocracia franca por los granates rojos.

Un trabajo de laboratorio reciente demostró que la mayoría de estas piedras preciosas provinieron de la India.


Joyas de la Reina Arnegunda

Joyas de la Reina Aregonde

Joyas de la Reina Aregonde

El estilo nórdico utilizaba formas de animales, y fue incorporado en el mundo merovingio durante el siglo VI. Decoraba armas y joyas reservadas a la élite franca.

En un lugar sagrado para el cristianismo, como es la Basílica de Saint-Denis, esta iconografía responde a una expresión social o política de esta minoría de ascendencia germánica, más que a la supervivencia de creencias paganas, las cuales ya habían sido abandonadas.

La tumba de Arnegunda y sus vestigios fueron estudiados en el laboratorio por Albert France-Lanord, quien da una idea de la vestimenta de esta dama merovingia.

"La difunta fue inhumada con un vestido de seda púrpura, sujetado por un cinturón de cuero con una placa de hebilla y otra placa posterior finamente decoradas. Tenía una túnica de seda marrón rojiza, con una trenza bordada en oro, que estaba cerrada por dos fíbulas redondas decoradas con granates cloisonné."

"El velo de seda estaba sujeto por dos pequeños alfileres y un alfiler grande con incrustaciones de granates. Presuntamente usaba ligas para sujetar sus medias, y las correas o cordones de sus zapatos de cuero tenían hebillas pequeñas."


Reina Arnegunda o Arégonde

Hebillas del cinturón de la Reina Arnegunda

Se le agregó el cuero para observar cómo se vería originalmente en el pasado ese cinturón:


cinturón de la Reina Arnegunda de los merovingios

El pulmón momificado de Arnegunda.

Todos se preguntaban cómo ese pulmón había podido mantenerse en tan buen estado, y si se había momificado naturalmente o se le había efectuado algún proceso artificial para conservarlo durante más tiempo.


Pulmón momificado de la Reina Arnegunda

Raffaella Bianucci, de la Universidad de Turín, dirigió un equipo de investigadores internacionales que estudiaron el pulmón momificado, realizando biopsias y analizándolo con un microscopio electrónico.

Se encontró que la superficie del tejido pulmonar tenía una alta concentración de iones de cobre, y bajas concentraciones de ácido benzoico y otras sustancias presentes en el mundo vegetal, y que casualmente se parecen en algunos aspectos a los bálsamos de las momias del Antiguo Egipto.

Todo sugiere que Arnegunda podría haber sido tratada con un líquido elaborado con diferentes plantas y especias que se habría acumulado en este pulmón, provocando su conservación por tanto tiempo, ayudado por las propiedades implícitas de conservación que tiene el cobre.

Este método de momificación natural pudo ser adquirido de los romanos, quienes a su vez lo pudieron aprender de los egipcios, aunque el proceso de los merovingios no era tan complejo ni tan perfecto, porque solo se utilizaban tiras de lino mojadas en aceites y resinas, junto a especias y plantas aromáticas como tomillo, ortigas, mirra y aloe, entre otras.

La necrópolis merovingia fuera de la basílica

Desde finales del siglo VI, se desarrolló afuera de la antigua iglesia una necrópolis al norte de la misma.

La Unidad Arqueológica de la ciudad de Saint-Denis realizó excavaciones que permitieron estudiar más de doscientos sarcófagos, pero se supone que en el área de enterramiento originalmente pudieron haber cerca de dos mil.

Esta necrópolis exterior se caracteriza porque sus sarcófagos son de yeso y se realizaron en serie, usando un encofrado de madera en el que se vertía el yeso, por lo que eran de menor calidad que los sarcófagos de piedra de los nobles enterrados dentro de la Basílica.

Salvo raras excepciones, los objetos funerarios de estas tumbas exteriores no pueden compararse cualitativamente con las valiosas joyas de figuras de alto rango enterradas en la basílica; pero sirven como importante testimonio de una población de estatus menor, proporcionando valiosa información adicional sobre la vida cotidiana de la gente durante el periodo merovingio.

Por lo general, allí los muertos iban acompañados de un cuchillo, navaja, llaves, pinzas, mechero y pedernal para el fuego. Estos diversos objetos metálicos testimonian un gran dominio de la metalurgia, como es el damasquinado sobre fundición de hierro y bronce.

También se hallaron moldes de terracota que indican la actividad de un taller de fundición de anillos en la cercanía de esta necrópolis.

La Reina Arnegunda destruye otro mito del libro "El Codigo Da Vinci".

La tumba de Arnegunda permaneció intacta durante más de 1500 años, protegida de pillajes, de guerras de religión y de revoluciones.

Su sarcófago de piedra, anónimo entre muchos otros, fue el único "de rango Real" que escapó a la ira irracional del Terror de la Revolución Francesa, que se dedicó a profanar todos estos restos de la Realeza y depositarlos en un osario común en 1793.

Seguramente, por su ubicación en el subsuelo más profundo y antiguo, no fue encontrado por los revolucionarios.


Ubicación donde hallaron el sarcófago de Arnegunda

Sarcófago de la Reina Arnegunda junto a su excavación

Obsérvese la escasa altura entre el piso y el techo del más profundo subsuelo donde estaba enterrado el sarcófago de Arnegunda:

Subsuelo profundo de la cripta de Saint-Denis

Actualmente el sarcófago de piedra fue subido al primer nivel de la cripta de la basílica, para que lo observen sus visitantes.


Sarcófago de la Reina Arnegunda expuesto

Gracias a esta indemnidad a través de los siglos, las condiciones halladas fueron excelentes para realizar todo tipo de análisis científicos.

¿Qué relación tiene esta antigua reina merovingia con las teorías de Dan Brown en su novela "El Código da Vinci"?

La teoría de la descendencia de Jesús con María Magdalena como su mujer; y la llegada de ésta y su hija a Francia luego de la muerte de Jesús, no es una idea de Dan Brown, sino que surgió por primera vez en el libro "El Enigma Sagrado" de 1982, de los ingleses Richard Leigh, Michael Baigent y Henry Lincoln.

Según su teoría, tras siglos en total anonimato, la supuesta descendencia de Jesús habría sido el origen de la dinastía francesa de los Merovingios.

Por lo tanto se supone que, si esta dinastía fuese descendiente de Jesús, sus genes deberían tener una importante porción de genoma de origen semita o medio oriental.

Es justamente esto lo que se solicitó investigar en 2006 el forense francés Philippe Charlier, aprovechando que tenía la total seguridad de encontrarse ante los únicos restos óseos genuinos que con certeza eran de la familia real merovingia: los huesos de Arnegunda.

Obtuvo el permiso y les practicó un examen de ADN, determinándose científicamente y sin lugar a dudas que sus genes eran exclusivamente europeos, quedando descartada completamente una ascendencia semita.

El ADN y la ciencia no mienten... Fin del mito.


Saint-Denis, reserva arqueológica

Los últimos hallazgos impulsaron al Ministerio de Cultura de Francia a inscribir a la Basílica de Saint-Denis y su entorno, como "Reserva Arqueológica" (además de ya figurar como Monumento Histórico).

Así se le brindó protección Estatal, frente a acciones de empresas privadas o particulares, que con excavaciones sin supervisión profesional en la zona, pudieran afectar el importante patrimonio arqueológico e histórico que aún se encuentra enterrado; estimándose que aún existen entre 50 y 100 sarcófagos por descubrir.


frente a la Basílica de Saint-Denis

Gracias por leer mis historias de Francia.


FUENTES CONSULTADAS:
Además de los mencionados en el desarrollo de este artículo, se ha consultado el documento "La tombe d'Arégonde" de los siguientes autores:
-Patrick PERIN - Musée d'Archéologie Nationale (Château de Saint-Germain-en-Laye)
-Thomas CALLIGARO - Centre de Recherche et de Restauration des musées de France (Paris)
Otros colaboradores de ese documento son: L. BUCHET (CNRS-UNSA, Sophia Antipolis); Prof. J.-J. CASSIMAN (Center Human Genetics de l’Université de Louvain); Dr Y. DARTON (CNRSCEPAM, Sophia Antipolis); V. GALLIEN (INRAP); P. POIROT (Gemmologue); A. RAST-EICHER (Archéo Tex, Ennenda, Suisse); Dr C. RUCKER (CNRS-CEPAM, Sophia Antipolis); F. VALLET (Musée d'Archéologie Nationale)(MAN).

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