Esta es la historia del Obelisco de Manishtushu, rey de Akkad: su hallazgo en Persia, actual Irán, su traslado al Museo del Louvre y su importancia en la historia del Derecho.

Este artículo es apenas un granito de arena en la inmensa y atrapante playa de Historia y Arte que es el Museo del Louvre de París; al que no se lo puede visitar apurado... sería una ofensa a la Cultura Universal.

Como es imposible describir en un solo artículo todo lo que ofrece a sus visitantes este grandioso museo, por una cuestión de respeto cultural los que amamos la Historia y/o el Arte debemos limitarnos a escribir una (1) nota exclusiva sobre alguna pieza que elijamos entre las 35.000 que aproximadamente se exponen al mismo tiempo en el Louvre, dependiendo de la temporada, sobre un total de alrededor de 500.000 que integran su inventario en resguardo. 

Hoy yo elegí escribir sobre este fabuloso documento en piedra que dejaron los Acadios hace 4.000 años.

Obelisco de Manishtushu - Historia, hallazgo y significado

Obelisco de Manishtushu en el Museo del Louvre


¿Qué es el Obelisco de Manishtushu?

El Obelisco de Manishtushu es una estela monumental de diorita (un tipo de piedra) de color gris oscuro casi negro, grabada con escritura cuneiforme hacia 2270-2255 a. C. por Manishtushu, hijo de Sargón y rey del Imperio acadio.

Se conserva hoy en el Museo del Louvre de París y constituye uno de los testimonios más antiguos de transacciones legales y administrativas en la historia de Mesopotamia.

Obelisco de Manishtushu en el Museo del Louvre

Este monolito de piedra oscura tiene forma de prisma rectangular truncado irregularmente en la parte superior, mide aproximadamente 1,44 metros de alto en la parte más elevada, y está cubierto por inscripciones que detallan adquisiciones y repartos de tierras a oficiales reales, con un total de 1519 casillas de escritura entre sus cuatro caras.

cartel explicativo del Obelisco de Manishtushu

Traducción al español del cartel explicativo en francés que está junto al obelisco:

Obelisco de Manishtushu, rey de Akkad

Diorita

Época de Akkad, hacia 2270 a. C.

Este monumento contiene 1519 casillas de escritura de una gran elegancia decorativa. La monarquía de Akkad provocó el florecimiento de un arte monumental esculpido en la dura diorita que los soberanos hacían traer desde muy lejos. Manishtushu relata que hizo atravesar “el mar inferior”, es decir, el golfo Arabo-Pérsico, en barcos, y que tras haber vencido a treinta y dos reyes, “extrajo de las montañas más allá del mar piedras negras”. El texto relata importantes compras de tierras efectuadas por el rey. Construyó grandes dominios que repartía en lotes para dárselos a sus oficiales, sobre los cuales reposaba la estabilidad del reino y de quienes así se aseguraba la fidelidad. Es un documento importante para la historia del Derecho.

- Fin de la traducción -

Este texto explicativo resume perfectamente el valor histórico y jurídico del obelisco.

El Imperio Acadio y el rey Manishtushu

El Imperio Acadio abarcaba gran parte de la Mesopotamia histórica, incluyendo las llanuras aluviales entre los ríos Tigris y Éufrates (actual Irak principalmente).

Mapa del Imperio Acadio

Hacia el Este llegaba hasta algunas zonas montañosas del actual Irán (regiones como Elam, Anshan).

Al Sur se extendía hasta el Golfo Pérsico.

Al Oeste tenía influencia y control sobre regiones de Siria, parte del Levante, y rutas hacia la costa mediterránea.

Al Norte, su dominio llegaba hasta los Montes Tauro y los territorios limítrofes de Anatolia en algunos casos, aunque esos límites en el norte fueron menos estables y más disputados.

¿Quién fue Manishtushu?

Manishtushu fue el tercer soberano del Imperio acadio, gobernando hacia mediados del siglo XXIII a. C. Continuó la política expansiva de su padre Sargón, consolidando territorios en Mesopotamia y extendiendo su influencia hasta el Golfo Pérsico.

Las inscripciones del obelisco confirman que movilizó barcos, venció a "treinta y dos reyes", y extrajo diorita de "las montañas más allá del mar" para levantar monumentos duraderos.

Características del obelisco

Escritura cuneiforme en el obelisco de Manishtushu

  • Material: diorita gris oscura casi negra, piedra muy dura traída de regiones lejanas, presumiblemente desde los actuales Irán u Omán.
  • Dimensiones: unos 1,40 m de alto; cada cara entre 39 y 52 cm de ancho.
  • Inscripciones: escritura cuneiforme acádica en los cuatro lados, 1519 casillas o rejillas.
  • Contenido: registro de compras y donaciones de tierras; organización de grandes dominios repartidos a oficiales para asegurar la fidelidad al trono.

No es un obelisco de estilo egipcio con punta piramidal, sino una estela prismática truncada en la parte superior. Su aspecto de bloque con inscripciones lo asemeja a otros "kudurrus" o piedras de límites construidos posteriormente, como la Piedra de Micheaux que se exhibe en la Biblioteca Nacional de Francia, en París, y que data del siglo XII a. C. en la época de la Dinastía Casita; pero la fecha temprana de datación del obelisco de Manishtushu (más de mil años anterior), y su volumen de texto, lo vuelven único.

¿Dónde fue hallado el obelisco de Manishtushu y quién lo descubrió?

El descubrimiento del Obelisco de Manishtushu se produjo en Persia (actual Irán) en los años 1897-1898 durante las excavaciones arqueológicas del francés Jacques de Morgan en la acrópolis de Susa, actual Shush (Irán). 

Yacimiento arqueológico de la Acrópolis de Susa

Este yacimiento había acumulado objetos mesopotámicos llevados allí como botín de guerra por reyes elamitas siglos después de su creación por los acadios y otros pueblos mesopotámicos.

En concreto, se cree que el rey elamita Shutruk-Nahhunte trasladó el obelisco a Susa en el siglo XII a. C., tras saquear ciudades acadias. Allí permaneció enterrado hasta su hallazgo moderno.

Ingreso en el Museo del Louvre

Tras su descubrimiento, el obelisco fue enviado en el siglo XIX a Francia como parte del reparto de hallazgos entre la misión arqueológica y las autoridades persas, según la práctica habitual de la época.

Desde principios del siglo XX se conserva en el Museo del Louvre de París, en el Departamento de Antigüedades Orientales (Inventario SB 20). Hoy se expone en la sala 228, Ala Richelieu, nivel 0, donde atrae a investigadores y visitantes por igual.

Departamento de Antigüedades del Cercano Oriente del Louvre


Importancia jurídica e histórica

El Obelisco de Manishtushu es mucho más que una pieza arqueológica:

Documento legal primitivo: 

Muestra contratos de compra y reparto de tierras; un antecedente de la propiedad privada y de la administración estatal en Mesopotamia.

Prueba de organización imperial:

Refleja cómo el rey aseguraba la lealtad de sus oficiales mediante concesiones de tierra, fortaleciendo así la estabilidad del reino.

Evidencia económica y geográfica:

Menciona territorios, mares y montañas, aportando datos sobre rutas, recursos y comercio en el siglo XXIII a. C.

Obra de arte monumental:

La finura de la escritura y la elección de diorita demuestran el auge del arte acadio y su intención de perdurar.

Escritura cuneiforme acadia en obelisco de Manishtushu


Por qué visitarlo en el Louvre

Para el visitante actual, el Obelisco de Manishtushu es una de las joyas menos conocidas pero más fascinantes del Louvre. No sólo se admira su tamaño y su escritura; también se percibe la historia de su viaje: Allende el mar del Golfo como valiosa piedra negra virgen, hasta Akkad donde fue tallada, de allí a Susa como botín, y del subsuelo persa al museo parisino.

Es, en definitiva, una pieza que combina historia, derecho, arte y política. Permite comprender que, incluso hace más de 4.000 años, los gobernantes necesitaban dejar constancia escrita de sus actos y garantizar con documentos la organización de su imperio.

Conclusión

El Obelisco de Manishtushu es testimonio del ingenio y del poder del Imperio acadio. Creado como registro de tierras y símbolo de autoridad, convertido en botín, redescubierto por arqueólogos y hoy protegido en el Museo del Louvre, ofrece a los visitantes una lección de historia viva. Es una ventana al mundo del lugar donde nació la escritura, la administración y el concepto mismo de Estado.

"Cuando un amante de la Historia va al Museo del Louvre, conoce la hora de entrada, pero nunca la de salida..."

Pirámides del Louvre

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