Toledo, ciudad de culturas entrelazadas y mil puertas que han visto pasar siglos, posee un monumento singular que concentra buena parte de su alma: la "Ermita del Cristo de la Luz", también conocida por su nombre árabe "Mezquita de Bab al-Mardum", y a veces como una fusión de ambas culturas para los turistas: "Mezquita del Cristo de la Luz". Esta es su historia.
Ermita del Cristo de la Luz: el tesoro milenario que guarda la luz de Toledo
Este pequeño edificio no solo es una delicia arquitectónica para quien ama el pasado, sino un imán para quienes buscan tocar y disfrutar con los ojos la convivencia histórica en Toledo de cristianos, musulmanes y judíos; dejándose envolver por leyendas, piedra, arcos y silencio.
En este artículo les cuento su historia, su arquitectura, su entorno cultural y por qué es imprescindible verla en cualquier visita a Toledo.
La historia: pasado visigótico, reconstrucción islámica, reconquista cristiana y transformación.
El edificio conocido como "Ermita del Cristo de la Luz" de Toledo, se encuentra sobre ruinas del Imperio Romano (una calle de 5 metros de ancho, y cloacas también romanas bajo la misma, descubiertas por Arqueólogos).
Su primera construcción rudimentaria como un pequeño templo cristiano fue hecha por los Visigodos en el Siglo VII.
Época musulmana: la mezquita de Bab al-Mardum
La reconstrucción musulmana data del año 999 d.C., en un periodo de esplendor del Califato de Córdoba. En ese momento, Toledo estaba bajo dominio musulmán, como una de las ciudades importantes de Al-Andalus.
Su nombre era "Mezquita de Bab al-Mardum", que significa “puerta tapiada” en árabe. Bab al-Mardum alude a una puerta cercana de la muralla de la ciudad.
El edificio era un oratorio o sala de oración pequeña, posiblemente usado por quienes entraban a la ciudad —recién llegados— o por quienes se preparaban para salir. Tenía un carácter humilde, pero con elegancia arquitectónica, típico de la arquitectura califal.
Reconquista cristiana, leyenda y adaptación
La reconquista de Toledo a manos del rey de León, Alfonso VI se produjo el 6 de mayo de 1085, quien desalojó definitivamente a las fuerzas musulmanas de Al-Qádir, emir de la Taifa de Toledo.
Cuenta la leyenda que, cuando este rey cristiano ingresó a la ciudad de Toledo y recorría sus calles, su caballo hincó la rodilla en un punto de la calle delante de la mezquita y se negó a seguir avanzando. Ese punto hoy está marcado con un adoquín pintado blanco.
Entonces el Rey y sus acompañantes entraron en el templo y vieron una luz que salía por una hendija de una doble pared... allí excavaron y encontraron un cristo crucificado que había sido escondido allí por los antiguos cristianos visigodos para protegerlo de la invasión musulmana; junto a una pequeña lámpara de aceite que aún ardía luego de tres siglos...
Por ese hecho, le llamaron "El Cristo de la Luz", y a la mezquita la reconsagraron como "Ermita del Cristo de la Luz", cediéndose a los Caballeros de San Juan.
En la siguiente imagen pueden ver en la columna de la izquierda aún grabada la Cruz de la Orden de los Caballeros de San Juan.
Luego, la Ermita del Cristo de la Luz funcionó como Iglesia de la Virgen de la Luz, agregándosele más decoraciones cristianas en el techo del ábside.
Siglos posteriores: arte mudéjar, uso y conservación
Las modificaciones cristianas incluyeron elementos de "arte mudéjar", que mezcla artes islámicas con formas cristianas. El ábside añadido, con arcos ciegos, es una de las primeras muestras de este estilo en Toledo.
A lo largo de los siglos, la ermita ha sobrevivido cambios de dueño, restauraciones y conservación parcial, pero ha mantenido muchas de las estructuras y detalles islámicos.
Es uno de los pocos edificios musulmanes en Toledo que ha llegado bastante íntegro hasta el presente. Hoy es un espacio no sacralizado donde no se rinde ningún culto.
Arquitectura y descripción: un encuentro de estilos
Para apreciar la Ermita del Cristo de la Luz, es indispensable fijarse en su diseño, en sus materiales, en cómo refleja la mezcla de culturas. Estos son los rasgos más destacables:
Planta, estructura y materiales
La planta original es cuadrada, de alrededor de 9 metros de lado. Esa sala de oración cuadrangular está dividida en nueve compartimentos gracias a cuatro columnas centrales, lo que crea una simetría espacial en su interior.
Pero hacia el este se añadió un ábside semicircular al transformarse en iglesia cristiana, lo que rompe la simetría original islámica, pero de modo armónico.
Arcos, bóvedas y estilos reutilizados
Los arcos de herradura, típicos del arte musulmán de al-Ándalus, aparecen en el nivel inferior, algunos reutilizando capiteles visigodos. Esta reutilización (spolia) era común cuando se construían mezquitas o iglesias sobre edificaciones anteriores.
En el nivel intermedio hay arquerías decorativas, arquillos trilobulados, un motivo ornamental que anticipa el estilo mudéjar.
Las techumbres o bóvedas muestran variaciones: cada compartimento puede tener diferentes tipos de cobertura, lo que añade variedad visual. En el nivel superior también se ven influencias islámicas en las bóvedas de crucería califal.
Materiales
Ladrillo y piedra son los materiales principales, con mortero, mosaicos decorativos mínimos, al estilo de las edificaciones de época califal más humildes, no de grandes mezquitas, pero sí con gran calidad artística.
Elementos visigodos reaprovechados, como capiteles, lo que evidencia que incluso antes del dominio islámico existían estructuras cristianas o visigodas cuyos fragmentos se integraron en nuevas construcciones.
Toledo: crisol de culturas
Para entender la Ermita del Cristo de la Luz hay que conocer Toledo como "ciudad de tres culturas”, término que se refiere a las influencias musulmana, judía y cristiana, que convivieron en diferentes momentos históricos. Aquí un breve repaso cultural, para situarnos:
1. Periodo visigodo (siglos V-VIII)
Antes de la llegada musulmana, Toledo fue capital del reino visigodo. Iglesias visigodas y arte cristiano existían ya; algunas de esas estructuras aportaron materiales (capiteles, sillares) que luego se reutilizaron.
2. Periodo musulmán / Al-Andalus (711-1085)
Toledo fue conquistada por los musulmanes alrededor del 711, y durante siglos fue un importante centro cultural, religioso y comercial. Bajo el califato de Córdoba y después bajo reinos de taifas, florecieron mezquitas, palacios, viviendas con patios, baños públicos, etc.
Edificios como la mezquita de Bab al-Mardum reflejan ese legado islámico de artes decorativas, geometría, simetría, arcos de herradura, artes de yeso, ladrillo.
3. La Reconquista y la Edad Media cristiana
Cuando Alfonso VI conquistó Toledo en 1085, gran parte del patrimonio musulmán se transformó al dominio cristiano. Iglesias, ermitas, reordenamientos urbanos, pero a veces conservando lo preexistente.
En muchos casos, la arquitectura mudéjar surgió de esa convivencia: cristianos que empleaban artes y técnicas musulmanas tanto en decoración como en estructura.
Toledo se convirtió en un importante punto de encuentro de culturas: traducción de textos árabes, convivencia (aunque también tensiones) entre comunidades judías, musulmanas y cristianas.
4. Renacimiento, barroco, modernidad y conservación
Con el paso de los siglos, la ciudad fue cambiando estilos, creciendo en población, aparecieron esculturas, fachadas renacentistas, iglesias cristianas barrocas, y en tiempos modernos se ha hecho un gran esfuerzo por reconocer y conservar el patrimonio musulmán, mudéjar, y judío.
Edificios como la Ermita del Cristo de la Luz han sido declarados Bien de Interés Cultural; y en toda la parte vieja de la Ciudad de Toledo está prohibido realizar nuevas construcciones.
Qué ver: detalles, leyendas y recorrido
Cuando visites la Ermita del Cristo de la Luz, esto es lo que no debes perderte:
La epigrafía árabe en la fachada
En la parte superior de la fachada principal que da hacia la calle Cristo de la Luz, existe una escritura cúfica árabe, hecha con ladrillos, que recuerda la fecha de su fundación. La misma se observa en la siguiente foto por encima de la estructura de rombos:
La traducción es la siguiente: "En el nombre de Alá, hizo levantar esta mezquita Ahmad ibn Hadidi, de su peculio, solicitando la recompensa ultraterrena de Alá por ella. Y se terminó con el auxilio de Alá, bajo la dirección de Musà ibn Alí, arquitecto, y de Sa´ada, conluyéndose en Muharram del año trescientos noventa."
Ese año musulmán equivale al año 999 cristiano.
Ver esa inscripción es como leer un pedazo del siglo X.
El interior
El conjunto espacial de los nueve compartimentos creados por las columnas centrales; cada uno con sus arcos; la luz que entra y cómo se difunde. Es un espacio pequeño, íntimo, ideal para contemplar.
El ábside mudéjar
Adición posterior a la Reconquista, de estilo cristiano pero con ecos ornamentales musulmanes. Fíjate en los arcos ciegos que decoran su parte exterior.
Leyenda del Cristo de la Luz
La historia tradicional cuenta que Alfonso VI, al entrar en Toledo, pasó ante esta mezquita, y su caballo hincó la rodilla negándose a seguir.
Entonces ingresó y vio algo mágico: una luz que salía por una hendija de una falsa pared, que al romperla descubrió un crucifijo oculto, acompañado de una lámpara que seguía encendida, pese al paso del tiempo.
Esa lámpara y la imagen del Cristo serían lo que dio nombre al templo. Es una leyenda que añade misticismo al lugar y conecta lo visual con lo espiritual.
Ubicación y entorno
Está situada en el barrio de San Nicolás, muy cerca de la antigua muralla y de la Puerta del Sol, en lo que era la Medina musulmana.
El rodeo hasta llegar, pasando también por el barrio judío, permite ver callejas toledanas, puertas antiguas de diferentes culturas, rincones de piedra y ladrillo que enmarcan la visita.
Importancia turística y consejos prácticos
Por qué visitar la Ermita del Cristo de la Luz
- Es uno de los edificios más antiguos de Toledo que se conserva prácticamente entero desde el siglo X. Eso ya por sí mismo lo convierte en joya.
- Permite entender la fusión cultural de Toledo: un objeto tangible donde lo musulmán no fue destruido por completo, sino adaptado; una muestra de cómo el arte mudéjar surgió de esas interacciones.
- La belleza arquitectónica y la atmósfera íntima: a diferencia de grandes monumentos más concurridos (catedrales, alcázares), aquí se puede disfrutar de calma, de detalles, del juego de luces y sombras, de la textura de los materiales…
- Es de bajo coste y accesible caminando si ya estás en el Casco Histórico. Ideal para quienes aman la historia, la fotografía, el arte arquitectónico, las leyendas.
Consejos para la visita
Horario: verifica con antelación los horarios de apertura de la ermita, que pueden variar según temporada o festividades.
Mejor momento del día: por la mañana temprano o a media tarde para evitar las horas de más luz intensa; la luz suave realza los tonos del ladrillo, las sombras de los arcos, y el ambiente interior.
Guía o audioguía: si es posible, lleva guía o usa guía impresa/audioguía para conocer bien las leyendas, los nombres de los estilos (herradura, mudéjar), los elementos visigodos reutilizados, etc.
Combinaciones de ruta: la ermita queda muy cerca de otros puntos de interés de Toledo: la Catedral, el Museo del Greco, la sinagoga Santa María La Blanca, la Judería, la Puerta del Sol. Planifica una caminata histórica por esos puntos para que la experiencia sea completa.
Si te alojas en Madrid, Toledo merece un día completo de excursión, especialmente si visitas el enorme y majestuoso Alcázar, lugar donde nosotros almorzamos unas ricas tapas, con vino o cerveza.
Conclusión
La Ermita del Cristo de la Luz / Mezquita Bab al-Mardum / Mezquita del Cristo de la Luz, no es solamente un edificio antiguo; es un símbolo vivo de Toledo: de su capacidad para ser cruce de caminos culturales, para conservar la memoria pese al paso del tiempo, para maravillarnos con lo pequeño, lo íntimo, lo detallado.
Visitarla es viajar a siglos del pasado lejano, sentir la presencia de artesanos musulmanes, de los anteriores visigodos cuyos fragmentos aún sostienen arcos, del rey cristiano que se asombró ante una luz. Y, al final, de cada viajero que camina por sus piedras.
Si vas a Toledo, no dejes pasar la oportunidad de estar allí, sentarte un rato, dejar que la luz de sus ventanas y arcos te hable. La Ciudad de las Tres Culturas encuentra en el Cristo de la Luz uno de sus legados más puros.
Saliendo de la ermita/mezquita, pasamos por su jardín con una fuente, y nos acercamos a la vista del barrio "Arrabal" y la Puerta del Sol de Toledo.
“Arrabal” recibe su nombre del árabe ar-rábal, "barrio extramuros", porque en la Edad Media era el suburbio situado fuera de las murallas, donde se asentaban viajeros, artesanos y mercados.
La siguiente y última foto está tomada desde la ruta de entrada a Toledo. A la izquierda a lo lejos se distingue la Catedral Primada, y a la derecha el Alcázar; el río que bordea es el Tajo. Más adelante escribiré otras notas sobre esta maravillosa ciudad española, plena de historia.
Espero que hayan disfrutado este artículo, sigan leyendo otras historias de este blog, y lo recomienden por sus redes sociales. Gracias por su atención!
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Fuentes consultadas:
- https://cultura.castillalamancha.es/patrimonio/catalogo-patrimonio-cultural/mezquita-del-cristo-de-la-luz-de-toledo/
- https://www.spain.info/es/lugares-interes/mezquita-cristo-luz/
- https://inguru.live/es/toledo/visita/arquitectura-arte-y-cultura-historia/mezquita-cristo-de-la-luz/1174
- https://en.wikipedia.org/wiki/Mosque_of_Cristo_de_la_Luz